El exfutbolista Daniel “Negro” Garro atraviesa una situación crítica: perdió su empleo en el Gobierno de San Luis y la posibilidad de volver a jugar al fútbol tras la agresión sufrida en noviembre de 2022 durante un partido en Concarán. Hoy acusa a la presidenta de la Liga Sanluiseña, Laura Sánchez, de haberlo abandonado: “Me dejó tirado, me dejó solo”, reclama, y pide recuperar su puesto en la Villa Deportiva.
El golpe y las secuelas
Garro jugaba para EFI Juniors, club presidido entonces por Sánchez, cuando recibió un golpe de un rival que lo dejó inconsciente. Fue trasladado en ambulancia al Hospital Central Ramón Carrillo, donde permaneció varios meses en terapia intensiva.
El impacto le provocó un traumatismo de cráneo con secuelas permanentes. “Hoy no puedo hablar bien por ese accidente”, contó. Agregó que no puede volver a trabajar porque no recibe el alta médica y actualmente sigue un tratamiento psiquiátrico.
Sin empleo y con seis hijos
En el momento de la agresión, Garro se desempeñaba en el Gobierno provincial. “Me dejaron sin laburo. Tengo seis hijos”, dijo en declaraciones a la prensa. También denunció que intenta comunicarse con Sánchez sin éxito: “La busco por todos lados y nunca está, siempre se esconde”.
Reclamo y causa penal
El exjugador quiere que Sánchez “se haga cargo” y le devuelvan el trabajo. Recordó que la presidenta de la Liga había iniciado una causa penal contra Atlético Concarán por el episodio, aunque desconoce el estado actual del proceso.
Una carrera marcada por ascensos
Garro inició su trayectoria en Juventud Unida Universitario, pero alcanzó notoriedad en Sportivo Estudiantes, donde logró los ascensos del Torneo del Interior al Federal B y luego al Federal A. También jugó en Sarmiento de Junín en la primera división del fútbol argentino, además de pasos por Gimnasia y Maipú de Mendoza y Estudiantes de Río Cuarto, antes de recalar en EFI Juniors, donde ocurrió el incidente que cambió su vida.


