El economista Claudio Lozano analizó el panorama político y económico posterior a las elecciones y sostuvo que los resultados dieron al Gobierno nacional “un espaldarazo institucional, aunque no social”, que le permitirá “controlar el Parlamento y blindar al Poder Ejecutivo”, dificultando la oposición a decretos o medidas.
En declaraciones al programa El Juego de la Política este miércoles, Lozano sostuvo: “El escenario que se viene es de mayor regresividad donde no va haber impactos positivos sobre la actividad económico, ni sobre el empleo, ni ingresos de la población”.
Además, consideró que el oficialismo consolidó un poder institucional que “garantiza gobernabilidad”, pero alertó que “no cuenta con consenso social”. En ese contexto, advirtió sobre una “hoja de ruta complicada” vinculada al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y a una “anexión casi colonial a los Estados Unidos”, que, según el economista, traerá consigo reformas en materia laboral, previsional e impositiva.
“Estas políticas profundizan el ajuste y la asfixia de los Estados”, señaló Lozano, quien además anticipó que la continuidad del esquema de tipo de cambio fijo y tasas de interés en dólares podría derivar en “un negocio financiero descomunal”, con mayor deterioro industrial y un modelo económico cada vez más extractivista.
El economista diferenció entre el respaldo institucional y el apoyo social al gobierno: “De los 9,3 millones de votos que obtuvo, hay más de 12 millones y medio de personas que no acompañaron o directamente rechazaron la propuesta”, indicó.
Respecto de la reforma laboral, Lozano fue enfático: “No generará más empleo. La experiencia internacional demuestra que este tipo de medidas aumentan la desigualdad y la pobreza, pero no el trabajo”. A su juicio, la iniciativa oficial busca “blanquear la informalidad sin derechos” y “facilitar el despido”, promoviendo modalidades como el monotributo en lugar del empleo asalariado.
También cuestionó la propuesta de “salario por productividad”, señalando que “no implica mejora en la distribución del ingreso, sino mantener el mismo reparto desigual de siempre”.
En cuanto al vínculo con Estados Unidos, Lozano advirtió que la economía argentina se encuentra “en una situación de dependencia extrema”. Detalló que en los primeros ocho meses del año “se fugaron 18.000 millones de dólares, se gastaron 7.000 millones en turismo y se pagaron 10.000 millones en deuda pública”, lo que equivale al 90% de las reservas del Banco Central.
Finalmente, alertó sobre el riesgo de una crisis cambiaria y de una “mayor conflictividad social” en un contexto donde “el sistema institucional puede quedar de espaldas al cuadro social”. Según Lozano, “si no se construye una propuesta política nueva y distinta al fracaso, el peronismo seguirá perdiendo espacio”.


