La normativa establece que quienes deseen continuar en el régimen deberán asumir el 50% del aporte a la obra social, tanto para sí mismos como para cada miembro adherente. Antes, este costo era cubierto por el Estado.
El nuevo esquema implica un desembolso de $8.358,16 por mes por integrante del grupo familiar, lo que se traduce en $33.432,64 para una familia tipo (dos adultos y dos hijos). La imposibilidad de afrontar este gasto llevó a la baja de cientos de miles de monotributistas.
Reducción drástica de beneficiarios
Según el informe de la Secretaría de Trabajo, esta disminución obedece a los nuevos requisitos para acceder al Monotributo Social, que afectan especialmente a los beneficiarios de planes sociales. «Aquellas personas que no cumplieron con los nuevos criterios fueron dadas de baja del régimen», señala el documento oficial.
El Monotributo Social está diseñado para trabajadores en situación de vulnerabilidad, incluidos beneficiarios de programas como Acompañamiento Social, Volver al Trabajo y Microcrédito. Permite a sus inscriptos emitir facturas, acceder a una obra social y contribuir al sistema jubilatorio, beneficios que ahora quedan suspendidos para unas 400.000 familias.
¿Quiénes pueden acceder al Monotributo Social?
Este régimen está destinado a personas que:
- Desarrollan una única actividad económica de forma independiente.
- Trabajan en relación de dependencia con un salario bruto inferior a una jubilación mínima.
- Integran una cooperativa de trabajo con al menos seis asociados.