En el marco de la celebración de la Navidad, el obispo de San Luis, monseñor Gabriel Barba, presidió la misa de Nochebuena en la Iglesia Catedral, mientras que en todas las parroquias y capillas de la diócesis se celebró la tradicional Eucaristía.
Durante su homilía, el obispo destacó el sentido profundo de la Navidad, al señalar que se conmemora “el momento de la historia en que el Hijo de Dios se hizo Hombre por nuestra salvación”, subrayando que se trata de un acto de obediencia amorosa al Padre y de amor salvífico hacia la humanidad, que culmina en la Cruz.
Asimismo, monseñor Barba invitó a los fieles a mirar sus vidas con gozo y esperanza, recordando que Jesús vino por cada persona para ofrecer la salvación y renovar la fe.
En su mensaje, compartió además una reflexión sobre el significado del pesebre, al que describió como una disposición del corazón marcada por la sencillez, la apertura y la acogida. En ese sentido, animó a “ser pesebre” en la vida de los demás, ofreciendo abrigo, palabras justas, un gesto solidario o un silencio acompañado, sin exigir nada a cambio.
La celebración culminó con un momento de profunda espiritualidad cuando, bajo la luz de las velas, los fieles se acercaron a venerar la imagen del Niño Jesús recién nacido, en un clima de recogimiento y unión comunitaria.


