El lunes 21 de abril, cerca de las 5:30 h locales, el asistente personal de salud del Papa, Massimiliano Strappetti, alertó al Dr. Alfieri sobre el estado crítico de Francisco. A pesar de la llamada urgente, el médico constató en Santa Marta que el pontífice ya no respondía a estímulos y se encontraba en coma profundo.
Alfieri recuerda que, tras evaluar el riesgo de un traslado, consideró que el movimiento podría precipitar su muerte. Además, aseguró que el Papa expresaba con frecuencia su voluntad de no ingresar nuevamente al Gemelli y prefirió “morir en casa”, en su apartamento vaticano.
Según el informe del Dr. Alfieri, Francisco solicitó explícitamente no ser intubado. Aunque la intubación podría haber asistido su respiración, también implicaba un procedimiento irreversible dada la infección viral en sus pulmones. El pontífice se había sometido a dos cirugías de cadera bajo la misma supervisión médica y, en ese contexto, había dejado claras sus instrucciones de no prolongar tratamientos agresivos.
El médico destacó que, de haber perdido el conocimiento totalmente, se seguirían las directrices de su asistente, Strappetti, “quien para el Papa era como un hijo”, con la premisa de “ningún ensañamiento terapéutico”.
El parte de defunción, firmado por Andrea Arcangeli, director de Sanidad e Higiene del Vaticano, señala que Francisco sufrió un ictus que lo condujo a coma y, horas después, a un paro cardiocirculatorio. Alfieri explicó que pudo tratarse de un infarto cerebral: “Quizá se inició un émbolo que obstruyó un vaso sanguíneo del cerebro o una hemorragia. Son eventos comunes en ancianos y más probables si hay inmovilidad”.
El Papa murió a las 7:35 h locales del 21 de abril en su residencia de Casa Santa Marta, tras rechazar maniobras invasivas que consideraba contrarias a su deseo final.
El Dr. Alfieri recordó un gesto del Papa durante el Domingo de Resurrección, cuando Francisco, ya con señales de fatiga, pidió dar la vuelta a la Plaza de San Pedro para saludar a los fieles. “Nunca se expuso al peligro, pero decidió cumplir con ese momento”, comentó el médico, subrayando la dedicación pastoral del pontífice incluso en sus últimos días.