Tras las elecciones en la provincia de Buenos Aires, que concentra al 40% del padrón nacional, economistas y analistas anticipan cómo reaccionarán el dólar, las acciones y los bonos este lunes. El resultado en territorio bonaerense es leído como un anticipo de lo que podría ocurrir en octubre, por lo que el mercado financiero se mantiene en alerta.
Un mercado con señales de pesimismo
En los días previos a los comicios, el dólar subió más de 11% desde la salida del cepo, el riesgo país se acercó a los 900 puntos y las acciones registraron caídas. Para Fernando Marull, socio de FMyA, esto refleja que los inversores ya descuentan un resultado adverso para La Libertad Avanza.
En la misma línea, Lorenzo Sigaut Gravina, director de Equilibra, señaló que el aumento del dólar y la toma de ganancias en bonos y acciones anticipan un escenario electoral complicado, tanto en la provincia como a nivel nacional en octubre.
Escenario negativo: derrota amplia del oficialismo
Si la diferencia en Buenos Aires supera los 8 o 9 puntos, los analistas prevén mayor volatilidad. El dólar podría acercarse al techo de la banda cambiaria, las tasas subirían y el riesgo país superaría los 900 puntos. Según Alfredo Romano, director de Romano Group, un resultado muy adverso sería leído como “debilidad política”, lo que impactaría de inmediato en el mercado cambiario y bursátil.
Escenario intermedio: derrota moderada o paridad
Un resultado ajustado, con una diferencia de 5 puntos o un empate, mantendría la tensión actual. En este caso, el Gobierno seguiría sin margen político fuerte, y el mercado permanecería en “pausa expectante” hasta octubre, con tasas elevadas y presión cambiaria sostenida.
Escenario positivo: triunfo o resultado mejor al esperado
Un desempeño por encima de las proyecciones –incluso perdiendo por menos de 3 puntos– podría dar alivio parcial. En ese contexto, el dólar se estabilizaría, el riesgo país bajaría y los bonos tenderían a recuperarse. Para Romano Group, una victoria clara del oficialismo sería leída como “fortaleza política”, con impacto favorable en acciones y tipo de cambio.
Inflación y política económica bajo presión
El Ministerio de Economía busca sostener la desinflación en plena campaña. Para ello reforzó las intervenciones cambiarias, endureció los encajes bancarios y mantuvo la restricción sobre la compra de dólares.
Hasta ahora, el traslado de la volatilidad cambiaria a precios fue acotado. Sin embargo, los economistas advierten que un escenario adverso podría revertir esa tendencia y sumar presión inflacionaria.
Luis Caputo, ministro de Economía, aseguró que no permitirá que “ningún peso vaya al mercado” y mantiene un fuerte apretón monetario. Según los analistas, el Gobierno aún dispone de herramientas de corto plazo, aunque a un costo creciente para la actividad económica.
