Flan de vainilla: cómo preparar este clásico postre con ingredientes simples

El flan de vainilla es un postre clásico que ha cautivado los paladares de generaciones con su suavidad sedosa y su exquisito sabor a vainilla. Originario de la cocina europea y ampliamente disfrutado en todo el mundo, este dulce deleita con su textura cremosa y su delicado aroma a vainilla. Con una historia que se remonta a la época de la antigua Roma, el flan ha perdurado a lo largo del tiempo como un símbolo de indulgencia y confort.

Ingredientes

Para el caramelo: 1 taza de azúcar granulada, 1/4 taza de agua.

Para el flan: 4 huevos grandes, 1 lata (400 g) de leche condensada, 1 lata (400 g) de leche evaporada, 1 taza de leche entera, 1 cucharada de extracto de vainilla, una pizca de sal.

Procedimiento

Comienza con la preparación del caramelo: en una sartén a fuego medio, vierte el azúcar y el agua. Remueve constantemente hasta que el primero se disuelva por completo.

Una vez que el azúcar esté completamente disuelto, reduce el fuego a medio-bajo y continúa cocinando sin revolver hasta que el caramelo adquiera un color dorado oscuro. Retira la sartén del fuego y vierte el caramelo caliente en el fondo de un molde para flan, distribuyéndolo de manera uniforme por todo el fondo. Deja que el caramelo se enfríe y endurezca mientras preparas el flan.

Precalienta el horno a 180°C (350°F). Luego, en un tazón grande, bate los huevos hasta que estén bien mezclados. Agrega la leche condensada, la leche evaporada, la leche entera, el extracto de vainilla y una pizca de sal al tazón con los huevos batidos. Mezcla todos los ingredientes hasta obtener una mezcla suave y homogénea.

Encárgate ahora del armado del flan: vierte la mezcla sobre el caramelo en el molde preparado. Después, cubre el molde con papel aluminio y colócalo dentro de una bandeja para horno más grande. Llena la bandeja para horno con agua caliente hasta alcanzar aproximadamente la mitad de la altura del molde para flan. Este método de baño María ayudará a cocinar el flan de manera uniforme y a evitar que se queme.

Coloca la bandeja para horno en el horno precalentado y hornea el flan durante aproximadamente 1 hora, o hasta que esté firme en los bordes pero aún ligeramente tembloroso en el centro. Una vez que esté listo, retira el flan del horno y deja que se enfríe a temperatura ambiente. Luego, refrigera durante al menos 4 horas, o preferiblemente durante toda la noche, para que tome consistencia y se asiente completamente.

Para desmoldar el flan, pasa un cuchillo por el borde del molde para aflojarlo. Coloca un plato boca abajo sobre el molde y, con un movimiento rápido y firme, voltea el molde para que el flan caiga sobre el plato. El caramelo se derretirá y se formará una deliciosa salsa sobre el flan. Luego de eso, puedes cortarlo en porciones y servirlo frío.

¡Y listo! Como consejos adicionales, puedes decorar el flan con ralladura de limón o naranja, hojas de menta o frutas frescas antes de servir para añadir un toque de frescura y color. Si no tienes leche evaporada, puedes sustituirla por más leche entera. Sin embargo, la primera le da al flan una textura más rica y cremosa.

Fuente: Mdz