Fedra Santagata, economista sanluiseña que reside en Río de Janeiro, señaló que este miércoles comenzó con tranquilidad en la ciudad, luego del megaoperativo antinarco de las fuerzas de seguridad brasileñas, hasta que se conoció la noticia de la aparición de 44 nuevos cuerpos sin vida. “No estaban dentro del conteo oficial de víctimas”, indicó.
El operativo comenzó cerca de las 7:00 de la mañana del martes. Cerca de las 15:00 la vida cotidiana de la ciudad se vio alterada ante las noticias de los enfrentamientos con el grupo narcoterrorista Comando Vermelho.
De acuerdo a la información oficial del primer día, hubo 64 muertos y 81 personas detenidas. Entre las víctimas, hay al menos 4 integrantes de las fuerzas de seguridad.
“Dentro del marco del monitoreo del Municipio, la ciudad está en el estado 1: esto significa que la ciudad está tranquila, que todas las vías expresas que tiene la ciudad en perfectas condiciones de transitabilidad, los subtes funcionan, los comercios funcionan”, detalló.
El hallazgo y el negocio del Comando Vermelho
Los casi 50 cuerpos que dieron a conocer las noticias este miércoles estaban en una plaza de Villa Da Penha. “Son cuerpos que han encontrado ahí en la región de La Mata, cerca de los morros; no están dentro del conteo que anunciaron ayer”, describió Santagata.
El operativo contó con la participación de 2.500 efectivos policiales, que se desplegaron en el norte y el oeste de Río. Tenían en su poder 100 órdenes de captura de integrantes de la banda narco.
La puntana remarcó que los habitantes de la ciudad están atentos a las noticias antes de definir si vuelven a sus actividades cotidianas. “Hay que ver cómo sigue esto, si escala de aquí para adelante”, resaltó.
Santagata remarcó que si bien el tráfico de drogas es la principal actividad del Comando Vermelho, la banda realiza otro tipo de actividades que les reportan beneficios económicos que “tienen que ver con la adulteración del combustible, la adulteración de las bebidas alcohólicas, y las tasas extras de internet, electricidad y gas que cobran a los vecinos de la zona”.
“El negocio de ellos dejó de ser el tráfico de drogas porque es mucho más fácil tener toda una población cautiva en los complejos, y con las famosas fintech blanquean todo el dinero”, completó.


