Un hecho estremecedor conmocionó a Austin, Texas. Una mujer fue rescatada tras haber permanecido encadenada, semidesnuda y sometida a torturas físicas durante varios meses en el patio trasero de una vivienda. Cinco personas fueron detenidas y dos niños quedaron bajo resguardo de las autoridades de protección infantil.
El operativo se desarrolló el 30 de octubre, cerca de las 9 de la mañana, luego de que un vecino alertara al 911 por los gritos de auxilio que provenían de la propiedad ubicada al sur de la ciudad.
El rescate: una escena de horror en el patio de una casa
Al llegar al lugar, los agentes encontraron a la víctima semidesnuda y esposada a una estructura metálica de ejercicios. Debido a la complejidad de las ataduras, fue necesario convocar a los bomberos, quienes utilizaron herramientas para cortar los hierros y liberar a la mujer.
De acuerdo con el informe policial, la víctima presentaba heridas graves, signos de desnutrición y múltiples lesiones compatibles con un cautiverio prolongado. Los oficiales confirmaron que la mujer era alimentada con solo un plato de comida por día y que sufría golpes constantes cada vez que intentaba escapar.
El calvario: castigos, disparos y noches a la intemperie
Según su propio testimonio, la noche anterior a su rescate fue sometida a un castigo extremo. Tras un supuesto incidente, fue encadenada semidesnuda al soporte de boxeo y atacada con una pistola de aire comprimido. Los agresores la dejaron expuesta al frío durante toda la noche, con temperaturas cercanas a los 5 °C.
Los médicos que la atendieron constataron heridas abiertas, pérdida de tejido en manos y pies, hematomas severos en muñecas y rostro, y cicatrices por perdigones. En los estudios se halló incluso un balín alojado en su ojo derecho.
Quiénes son los detenidos y cómo actuaban
Las autoridades arrestaron a Michelle García (51), Crystal García (21), Mache Carney (32), Juan Pablo Castro (30) y Maynard Lefevers (21).
Según la declaración de la víctima, ella mantenía una relación de amistad con Michelle García, pero el grupo decidió mantenerla cautiva tras un conflicto personal.
Durante el operativo, los sospechosos intentaron huir al notar la presencia policial, aunque fueron rápidamente reducidos. En la vivienda también se encontraban dos niños, que quedaron bajo la tutela de los servicios de protección infantil.
Uno de los menores, de 4 años e hijo de Castro, relató a los investigadores que su padre le disparaba a la mujer con el arma de aire comprimido “cuando se portaba mal”, mientras su madre observaba sin intervenir.
Testimonios y confesiones que estremecen
Durante los interrogatorios, Michelle García reconoció que restringía la comida de la víctima “porque se había puesto gordita”.
Por su parte, Juan Pablo Castro admitió que le disparaba con el rifle de aire comprimido porque “no quería tocarla” y confesó que al volver del trabajo la perseguía por el patio “porque la odiaba”.
Los cinco acusados enfrentan cargos por secuestro agravado, asalto agravado, lesiones a personas vulnerables y privación ilegal de la libertad. Permanecen detenidos en la cárcel del condado de Travis, con una fianza fijada en 305.000 dólares cada uno.
