Tras la reciente suba del dólar oficial, grandes empresas alimenticias comenzaron a enviar nuevas listas de precios con aumentos de entre el 4% y el 8% en productos de consumo masivo, como lácteos, cervezas, polenta, enlatados, azúcar, aceite y harinas.
Ante esta situación, la Confederación General Almacenera de la República Argentina decidió enviar una clara advertencia a sus asociados: no comprar productos con aumentos hasta que haya una justificación clara.
“Ayer a la mañana arrancamos tranquilos, pero al mediodía empezaron a llegar mensajes de preventistas de empresas importantes anunciando subas”, contó Ángel “Cacho” Soria, tesorero de la Confederación.
“No convalidamos aumentos sin razón”
En una reunión realizada anoche con referentes de todo el país, la organización resolvió recomendar a los almaceneros que no compren mercadería con aumentos injustificados.
“No hay ventas, y no podemos convalidar precios que no reflejan la realidad. Las empresas están marcando precios sobre un dólar más alto que el actual”, denunció Soria.
Algunos de los aumentos que se comenzaron a recibir son: lácteos: entre el 5% y el 6%, cervezas: 6%, enlatados y productos de almacén: hasta un 8%, detalló Soria.
“Vendemos lo mismo que hace un año y medio”
El almacenero asegura que la situación económica del sector es crítica. “Vendemos lo mismo que hace un año y medio. Con todos los aumentos en tarifas y gastos fijos, eso significa que cada vez ganamos menos”, explicó.
Además, apuntó contra las grandes superficies y cadenas de supermercados, acusándolas de recibir beneficios y descuentos exclusivos que los pequeños comercios no pueden igualar.
“Nuestros clientes nos dicen que les conviene más comprar en supermercados grandes, donde les hacen 3×2 o descuentos del 40% que nosotros no tenemos. Lo que pedimos es que las empresas nos blanqueen los precios reales”, reclamó.
Reclamo por precios transparentes
Soria también denunció que hay variaciones de hasta el 20% entre el precio al inicio del mes y el que reciben a fin de mes, sin justificación ni previsibilidad.
“Queremos que nos digan cuál es el precio real. No podemos estar vendiendo con precios que cambian sin razón cada semana”, sostuvo.
Alternativas y llamado a negociar
La Confederación propone dos caminos: buscar nuevas marcas o fabricantes que ofrezcan mejores condiciones o negociar en bloque con las empresas actuales para obtener precios más justos.
“Si somos 10 en un barrio, nos juntamos y decimos ‘no compramos más hasta que nos bajen el precio’. Hay muchas alternativas, incluso en productos como aceite, arroz o legumbres que tienen buena calidad y precios más lógicos”, afirmó.


