El dirigente político y exdiputado nacional Julio Bárbaro compartió recuerdos y reflexiones sobre su participación en el Congreso en los años 70, la figura de Juan Domingo Perón en el día de su cumpleaños, y el contexto político argentino previo y posterior al regreso del líder justicialista al poder.
Bárbaro habló con claridad y crudeza sobre los desafíos que enfrentó el peronismo durante los años 1973 y 1974, recordando cómo las distintas facciones convivían con tensiones internas. “En el Congreso estaban todos: Guardia de Hierro, la Tendencia, los seguidores de Cámpora. Pero Cámpora no era una línea política, eso es un invento posterior”, aseguró.
Respecto a su vínculo con Perón, recordó una conversación clave sobre la conformación de la Cámara de Diputados:
«Le pregunté al general cómo quería que manejáramos la Cámara y me respondió con una sonrisa: ‘Pongan cinco o seis inteligentes para hablar, mediocres para votar y grandotes por si hay piñas’. Con humor, pero con claridad, Perón hablaba de un proyecto político basado en la inteligencia».
Sobre la guerrilla, Bárbaro reconoció que fue uno de los que participaron en el proceso de incorporación de militantes de las organizaciones armadas al sistema democrático:
«La idea era que dejaran las armas y se integraran a la democracia. Pero Firmenich nunca estuvo a la altura. La guerrilla dejó miles de muertos y no dejó a nadie digno para reivindicarla», afirmó.
También recordó la última etapa de Perón como presidente, destacando su intento de construir una unidad nacional. Según Bárbaro, Perón buscaba integrar distintas corrientes políticas, incluyendo demócratas, conservadores y sectores de la izquierda nacional, con el objetivo de consolidar un proyecto de país basado en la industria y el desarrollo nacional.
En ese sentido, criticó a quienes convirtieron al peronismo en un partido vacío de contenido ideológico:
“Perón vino a disolver la ideología. El patriotismo abarca toda la ideología. Lo hicieron partido para robárselo”.
Consultado por otras figuras de la época, Bárbaro recordó con afecto a Jorge Abelardo Ramos, a quien definió como un intelectual brillante y amigo personal, y también se refirió al radical Ricardo Balbín, de quien rescató su rol en el proceso de acercamiento con Perón.
La entrevista concluyó con una reflexión sobre la vigencia del pensamiento peronista: «Un pibe vino a casa y me dijo: ‘Es el único retazo del pasado digno de ser recuperado’. Me pareció maravilloso«, expresó.