La Armada de Israel abordó este miércoles varios barcos de la Flotilla Global Sumud, compuesta por cerca de 50 embarcaciones y 500 activistas internacionales que navegaban hacia Gaza con ayuda humanitaria. Los ocupantes serán trasladados al puerto de Ashdod y posteriormente deportados, según confirmó el ministro de Defensa italiano, Guido Crosetto.
La operación se produjo a unas 80 millas náuticas de la costa de Gaza, en aguas internacionales, donde la flotilla había advertido que ingresaba a una “zona de alto riesgo” controlada por la marina israelí.
Una misión humanitaria con figuras internacionales
La flotilla partió hace un mes desde Barcelona con el objetivo de romper el bloqueo israelí sobre Gaza y entregar ayuda simbólica a la población palestina. Entre los participantes se encuentran la activista climática Greta Thunberg, Mandla Mandela —nieto de Nelson Mandela—, y varios legisladores europeos.
Los organizadores denunciaron que el abordaje fue un “ataque ilegal contra civiles desarmados” y exigieron a gobiernos e instituciones internacionales garantías de seguridad y liberación inmediata.
Reacciones de Israel y la comunidad internacional
El Ministerio de Exteriores israelí declaró que los barcos fueron advertidos de desviarse porque “se dirigían a una zona de combate activa” y acusó a algunos participantes de vínculos con Hamás, aunque sin aportar pruebas.
Mientras tanto, gobiernos europeos adoptaron posturas divididas:
- Italia pidió a los activistas detener su viaje para evitar incidentes.
- España defendió la misión, calificándola de “humanitaria” y garantizó protección diplomática a sus ciudadanos.
El ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, describió la iniciativa como una “provocación” e instó a transferir la ayuda por canales oficiales.
Legalidad del bloqueo en disputa
La interceptación reabre el debate sobre el derecho marítimo internacional. Según la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, los estados solo tienen jurisdicción hasta 12 millas náuticas de su costa. Sin embargo, en situaciones de conflicto armado, los bloqueos navales pueden ser considerados legales.
Juristas señalan que la clave está en determinar si el bloqueo israelí a Gaza puede justificarse por motivos militares. Los activistas insisten en que, como civiles desarmados, su misión se ampara en el derecho humanitario internacional.