La desaparición de Pedro Alberto Kreder (79) y Juana Inés Morales (69) en Rocas Coloradas, Chubut, tomó un giro clave tras una llamada anónima que alertó sobre un intento de robo en la zona. Las autoridades investigan la hipótesis de un “robo que salió mal” y preparan nuevos rastrillajes en un terreno de difícil acceso.
La causa por la desaparición de los jubilados Pedro Kreder y Juana Morales cambió de rumbo luego de que una llamada anónima aportara un dato clave. La persona aseguró haber sido víctima de un intento de asalto en la misma zona donde se perdió el rastro de la pareja.
A partir de esa declaración, la fiscal Fabiola López y el ministro de Seguridad y Justicia de Chubut, Héctor Iturrioz, reorientaron la investigación. “La hipótesis es un delito que salió mal y terminó en homicidio”, explicó el funcionario, quien confirmó que las fuerzas trabajan sobre dos líneas: una desaparición accidental o un crimen.
Rastrillajes ampliados y terreno hostil
El hallazgo del vehículo de los jubilados en Rocas Coloradas fue el punto de partida de un extenso operativo de búsqueda que, hasta el momento, abarcó más de 40 kilómetros sin resultados.
El ministro Iturrioz describió la zona como “un terreno pantanoso y complicado”, con presencia de fauna salvaje que dificulta las tareas. “Hoy tuvimos que ahuyentar a un puma; también encontramos guanacos muertos. Es una región realmente compleja”, detalló.
Para mejorar la efectividad de los rastrillajes, las autoridades planean incorporar drones con sensores capaces de detectar hasta 10 metros de profundidad.
Nuevos indicios y contradicciones en la investigación
La llamada anónima también sugirió que la pareja no llegó por sus propios medios hasta el sitio donde se halló la camioneta, lo que llevó a modificar el eje de la búsqueda hacia el norte de Rocas Coloradas.
En tanto, los primeros rastros que se habían considerado prometedores resultaron ser falsos: las huellas encontradas en un camino cercano correspondían a corredores que entrenan en la zona.
Iturrioz aclaró que no hubo signos de violencia dentro del vehículo y que “la camioneta fue peritada en el lugar sin alteraciones”. Sin embargo, destacó la ausencia de los teléfonos celulares y de algunas prendas de abrigo.
En el interior se encontraron provisiones, carpas, sombrillas y bolsas de dormir, lo que sugiere que los jubilados planeaban pasar un día al aire libre.
Las hipótesis que siguen abiertas
Aunque no hay evidencia concluyente, los investigadores no descartan que la pareja haya intentado caminar para pedir ayuda. Expertos consultados estiman que podrían haber recorrido entre 7 y 20 kilómetros, dependiendo de las condiciones físicas y del terreno.
El ministro también desestimó que hayan buscado refugio en alguno de los albergues de la zona: “El domingo estaban llenos de gente y nadie los vio”, señaló.
Respecto a la posibilidad de que les hayan robado la camioneta, Iturrioz indicó que no hay registros de terceros a bordo del vehículo. “Se presume que iban ellos dos; en ninguna imagen se ve a otra persona conduciendo”, aclaró.


