El 28 de octubre comenzará en Chaco el juicio por jurados por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, la joven de 28 años vista por última vez en la casa de la familia Sena. La fiscalía asegura contar con casi 400 pruebas que apuntan contra César Sena y sus padres, Emerenciano y Marcela Acuña.
Una desaparición que conmocionó a Chaco
Cecilia Strzyzowski fue vista por última vez el 2 de junio de 2023, cuando ingresó a la vivienda de los Sena en Resistencia. Desde ese día, la fiscalía sostiene que su esposo, César, la asesinó con la complicidad de sus padres. El caso sacudió a la provincia por la gravedad del crimen y el poder político que rodeaba a la familia acusada.
Un año después, tras casi 20 audiencias preliminares, el Equipo Fiscal Especial integrado por Martín Bogado, Jorge Cáceres Olivera y Nelia Yael Velázquez logró llevar la causa a juicio. El debate oral comenzará el 28 de octubre de 2025.
Un expediente con más de 390 elementos
El requerimiento fiscal, de 255 páginas, incluye 394 pruebas entre rastros biológicos, peritajes digitales, testimonios y registros fílmicos. Para los investigadores, todas apuntan a que el crimen fue planificado y encubierto.
Entre los indicios más contundentes se encuentran:
- Restos de sangre en muebles y colchones de la casa familiar.
- Pertenencias de Cecilia calcinadas, como valijas, anillos y un dije en forma de cruz.
- Videos de cámaras de seguridad que muestran a César y empleados trasladando un bulto sospechoso.
- Búsquedas en internet de técnicas de combate y consultas sobre la muerte violenta, realizadas por César un día antes del crimen.
- Testimonios que ubican a los padres de César coordinando tareas de limpieza y encubrimiento.
Engaño, femicidio y ocultamiento
De acuerdo con la investigación, César habría convencido a Cecilia de mudarse a Ushuaia con la promesa de una vida nueva. Ese engaño la llevó hasta la casa de los Sena, donde habría sido estrangulada tras una discusión.

Las pruebas indican que luego el cuerpo fue trasladado en una camioneta hasta el Campo Rossi, donde fue incinerado con ayuda de empleados de la familia. Restos dentarios hallados en el lugar fueron confirmados como humanos, aunque no se pudo extraer ADN.
Marcela Acuña, madre de César, quedó comprometida por mensajes de WhatsApp enviados a su colaboradora apenas horas después del crimen. Allí le ordenaba “preparar la basura” y coordinar la limpieza de la vivienda.
Emerenciano Sena, en tanto, fue acusado de encubrir a su hijo. En un audio pidió a un empleado “cuidar” a César y no hablar del tema. Cuando fue detenido, llevaba consigo una nota que advertía: “Si Marcela declara, se hunden los tres”.
Encubridores y amenazas
Varios empleados de los Sena también enfrentan acusaciones por encubrimiento. Según la causa:
- Fabiana González habría limpiado la habitación y trasladado colchones manchados de sangre.
- José Gustavo Obregón fue filmado junto a César transportando un bulto y comprando bolsas de consorcio para quemar restos.
- Gustavo Melgarejo y Griselda Reinoso, cuidadores del campo, habrían mantenido encendido el fuego donde se incineraron pertenencias y restos humanos.
Melgarejo declaró que fue presionado para guardar silencio bajo amenaza contra su familia.
Lo que viene: un juicio histórico en Chaco
César Sena será juzgado por homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género. Sus padres, Emerenciano y Marcela, enfrentarán cargos como partícipes primarios.
La madre de la víctima, Gloria Romero, será una de las testigos claves. “Quiero verlos a la cara cuando llegue la sentencia”, expresó, aunque reconoció que revivir el trauma será devastador.
El proceso se desarrollará en un contexto de alta tensión política y social, dado el peso territorial del clan Sena en la provincia.



