El anuncio del Ministerio de Economía sobre la reducción de derechos de importación en indumentaria, calzado y telas ha encendido las alarmas en el sector textil. CAMARA y FAIIA señalaron que la industria genera más de 539.000 puestos de trabajo en toda la cadena de valor, con 290.000 empleos directos en el área industrial. Advirtieron que la reducción de aranceles sin medidas compensatorias podría provocar el cierre de numerosas empresas y una significativa pérdida de puestos laborales.
Competencia desleal y pérdida de recaudación fiscal
Las entidades denunciaron que la medida favorece la entrada de productos importados a precios muy bajos, debido a costos laborales e impositivos más reducidos en países asiáticos. Además, destacaron que la eliminación de estos aranceles no solo perjudica a las industrias locales, sino que también impacta negativamente en la recaudación fiscal, al reducir los aportes por cargas sociales y disminuir los ingresos del Estado.
Riesgo de desindustrialización y pérdida de dólares
El sector textil también alertó sobre los efectos a largo plazo de la apertura de importaciones en un contexto de dólar bajo y sin medidas de compensación para la producción nacional. Argumentaron que experiencias anteriores demostraron que este tipo de políticas resultan en desindustrialización, mayor desempleo y una dependencia creciente de productos importados. Además, señalaron que el aumento en la compra de bienes fabricados en el exterior podría agravar la escasez de dólares en el país.
Impacto en el MERCOSUR y las políticas globales
Otro punto de preocupación es la posible afectación del Arancel Externo Común del MERCOSUR, que establece un 35% de impuesto a la importación de indumentaria. La decisión del Gobierno podría generar tensiones dentro del bloque comercial. Asimismo, remarcaron que la tendencia global es proteger las industrias nacionales frente a la competencia asiática, en lugar de flexibilizar las importaciones.
