La Unión Europea decidió modificar su plan para eliminar los motores de combustión desde 2035. La medida, impulsada por la presión de países como Alemania e Italia y por el sector automotriz, busca reducir emisiones sin imponer una prohibición total, en un contexto de menor avance del mercado de autos eléctricos.
Un cambio clave en la política ambiental europea
En 2022, la Unión Europea había fijado como meta eliminar por completo las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos nuevos a partir de 2035, lo que en la práctica implicaba prohibir los motores de combustión. Sin embargo, el bloque comunitario resolvió flexibilizar ese objetivo tras evaluar el escenario económico, industrial y tecnológico actual.
El replanteo surge en medio de un menor entusiasmo por los autos 100% eléctricos y de una fuerte presión de la industria automotriz europea, especialmente de Alemania e Italia.
Reducción del 90% de emisiones, no eliminación total
Según la revisión del plan, el objetivo ya no será reducir las emisiones de CO₂ en un 100% respecto a los niveles de 2021, sino en un 90%. Esto habilita la continuidad en el mercado de:
- Vehículos híbridos
- Híbridos enchufables
- Eléctricos de autonomía extendida
El 10% restante de las emisiones deberá compensarse mediante mecanismos alternativos, como el uso de acero con baja huella de carbono producido en la UE, combustibles sintéticos o biocombustibles.
El rol del Partido Popular Europeo y la industria
El líder del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, confirmó públicamente que la prohibición tecnológica queda descartada. Según explicó, los motores que hoy se fabrican en países como Alemania podrán seguir produciéndose y comercializándose después de 2035.
Esta postura coincide con los reclamos de grandes fabricantes como el Grupo Volkswagen y Stellantis, que habían advertido sobre las dificultades técnicas y económicas de cumplir con una eliminación total de los motores de combustión en los plazos previstos.
Nuevas metas intermedias para fabricantes
Plazos y exigencias hasta 2032
Con el nuevo esquema, las automotrices deberán cumplir con objetivos graduales:
- Entre 2030 y 2032 deberán reducir un 55% las emisiones de CO₂ de los autos, en comparación con 2021.
- En el caso de las camionetas, la exigencia bajará del 50% al 40%.
Estas metas buscan dar mayor previsibilidad al sector y evitar impactos negativos en el empleo y la producción industrial.


