Guinness World Records le suspendió temporalmente el título que recibió un perro llamado Bobi, que murió en octubre, como el más viejo del mundo en 2023 debido a que se investiga su edad.
Según se marcó en distintos informes, Bobi murió a los 31 años y 165 días. Si bien el Servicio Médico Veterinario del Municipio de Leira en Portugal, donde aseguraron que lo inscribieron en 1992. Por su parte, una base de datos de mascotas autorizada por Portugal lo constató.
Luego de su fallecimiento surgieron sospechas acerca de la evidencia que supuestamente demostraba su edad, por lo que Guiness World Récords, que se trata de una autoridad sobre los récords, tiene que analizar las pruebas y hasta encontrar más verificaciones sobre los años del animal.
El dueño de Bobi, Leonel Costa, manifestó que tenía 8 años cuando nació su perro, que se trató de Rafeiro do Alentejo de raza pura, que según el registro American Kennel Club cuentan con una expectativa de vida de entre 12 y 14 años.
Costa marcó que Bobi se alimentaba con comida para humanos y señaló que vivía en un ambiente «tranquilo y pacífico», además de detallar que paseaba sin correa. El perro comenzó a tener graves problemas de salud en 2018, cuando fue hospitalizado por un colapso repentino y serias dificultades para respirar.
Tras su fallecimiento, expuso que generó felicidad: «Guardamos los mejores recuerdos de una larga vida en la que fue feliz y, sobre todo, en la que hizo feliz a mucha gente, especialmente a su familia».
Fuente: C5N
