El nuevo sumo pontífice, León XIV, protagonizó una inesperada escena que ya recorre el mundo deportivo. Durante un recorrido por la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el Papa escuchó el grito de un fiel que exclamó con entusiasmo: “¡Go Cubs!”, en referencia a la histórica franquicia de béisbol de Chicago. Lejos de dejarlo pasar, el pontífice reaccionó con picardía: “¡Han perdido! ¡They lost!”, respondió entre risas, generando sorpresa entre los presentes.
La respuesta no fue casual. León XIV nació en Chicago y, aunque pasó gran parte de su vida en Perú, mantiene un fuerte vínculo con su ciudad de origen. Sin embargo, su fanatismo deportivo no está del lado de los Cubs, sino de los Chicago White Sox, el clásico rival de la misma ciudad. Su afinidad con la franquicia del «Southside» se debe a la cercanía con su barrio de origen y a una memoria imborrable: estuvo presente en el estadio cuando los White Sox se consagraron campeones de la Serie Mundial en 2005, rompiendo una sequía de 88 años. Ese episodio generó tanta repercusión que incluso se pintó un mural en su honor en el estadio.
La rivalidad que explica la chicana papal
La Major League Baseball divide a Chicago en dos pasiones: los Cubs del norte y los White Sox del sur. Mientras estos últimos atraviesan una crisis histórica —la peor campaña de su historia en 2024—, la reciente eliminación de los Cubs en la Serie Divisional de la Liga Nacional le dio al Papa la excusa perfecta para lanzar su primera chicana pública.
Con esta escena, León XIV parece seguir el camino de su antecesor, Francisco, quien acostumbró a vincular su figura con el deporte y nunca ocultó su devoción por San Lorenzo. El nuevo pontífice, beisbolero y competitivo, ya dejó su sello: el Vaticano tiene un nuevo hincha que no se queda callado ante una derrota rival.
