Después de un inicio de temporada muy por debajo de lo esperado, Alpine rompió la mala racha en el Gran Premio de Baréin con una destacada actuación de Pierre Gasly, que finalizó séptimo y le dio aire a la escudería francesa. Su compañero, el australiano Jack Doohan, no pudo mantener el ritmo y cerró un fin de semana que deja más preguntas que respuestas, en un contexto donde el nombre de Franco Colapinto comienza a sonar cada vez más fuerte en los pasillos de Enstone.
Gasly fue clave para cortar la sequía: largó desde la cuarta posición —favorecido por las sanciones a los Mercedes— y, pese a perder algunas posiciones, cruzó la bandera a cuadros en P7, sumando 6 puntos fundamentales. En un equipo que venía de varias actuaciones flojas, la actuación del francés trajo alivio y algo de optimismo.
Del otro lado del box, la historia fue distinta. Jack Doohan, que partía 11°, llegó a meterse en el top 10 tras su primera parada en boxes, pero su rendimiento fue cayendo. El Safety Car en la vuelta 33, por el abandono de Carlos Sainz, le dio una chance de pelear en el tramo final, pero errores propios y la presión de rivales como Tsunoda lo relegaron hasta el 13° puesto. Una penalización de 5 segundos por límites de pista lo dejó finalmente en el 15° lugar.
El desempeño irregular del australiano sigue generando dudas sobre su continuidad como segundo piloto. Mientras tanto, Franco Colapinto, actual piloto de desarrollo y figura en el simulador, gana peso como una opción para el futuro cercano. Su nombre suena cada vez con más fuerza como alternativa real para 2026… o incluso antes.
Aunque el presente sigue siendo complicado, Alpine empieza a mostrar señales de vida. El auto mejora, hay puntos en el casillero, y si bien queda mucho por ajustar, la actuación de Gasly permite mirar el horizonte con algo más de esperanza.
