Otro incidente por turbulencias en vuelo deja doce heridos al sobrevolar Turquía

Doce pasajeros resultaron heridos cuando un vuelo de Qatar Airways que cubría la ruta Doha (Qatar)-Dublín (Irlanda) sufrió turbulencias mientras sobrevolaba Turquía.

El incidente se produjo luego de que, el pasado martes, un centenar de pasajeros resultara con heridas de distinta consideración tras experimentar turbulencias severas en un vuelo de Singapore Airlines de Londres a Singapur, en el que un hombre con una enfermedad cardíaca falleció.

El vuelo QR018, que cubría este domingo la ruta de Doha a Dublín, finalmente aterrizó sin problemas en la capital irlandesa poco antes de las 13 (hora local) y fue atendido por personal policial del aeropuerto y del departamento de bomberos y rescate.

Según un comunicado del aeropuerto de Dublín, seis pasajeros y seis miembros de la tripulación resultaron heridos en el incidente, ocho de los cuales fueron trasladados al hospital tras ser evaluados.

Qatar Airways indicó que el vuelo aterrizó de manera segura en Dublín pero que «un pequeño número de pasajeros y tripulación sufrieron heridas leves durante el vuelo y ahora están recibiendo atención médica».

Molestas pero no peligrosas
Si bien las turbulencias (cambios en el aire que provocan movimientos bruscos en una aeronave) son habituales, las turbulencias severas son muy poco frecuentes. Aún así, las más fuertes pueden ser molestas pero no peligrosas para la integridad del avión. El problema suele ocurrir cuando se producen turbulencias de aire claro —que la tripulación no puede predecir— y los pasajeros no llevan puesto el cinturón de seguridad, por lo que quedan expuestos a golpes principalmente en la cabeza y las extremidades superiores.

Paul Williams, profesor de ciencias atmosféricas en la Universidad de Reading en el Reino Unido, remarcó que «solamente el 0,1 por ciento de la atmósfera a 40.000 pies de altura presenta turbulencias severas». De los millones de vuelos anuales que se registran en todo el mundo, alrededor de 65.000 aviones sufren turbulencias moderadas en Estados Unidos, y cerca de 5.500 sufren turbulencias severas.

Lo cierto es que Williams estimó que el cambio climático está provocando una mayor periodicidad. «Hicimos algunas simulaciones por computadora y descubrimos que las turbulencias severas podrían duplicarse o triplicarse en las próximas décadas», sostuvo.

Turbulencias de aire claro
Se identifican distintos tipos de turbulencia: la mecánica (cuando una aeronave atraviesa flujos de viento procedentes de montañas e incluso edificios), la estela de turbulencia (resultado del contacto del avión con el aire), la turbulencia térmica (provocada por el calentamiento solar) y la turbulencia de aire claro, que son las más peligrosas ya que aparecen de manera repentina y no son detectadas por los radares.

Un informe del Grupo One Air Aviación indica que en la mayoría de casos los pilotos puede anticipar los «baches» en el aire y advertir a los pasajeros que se abrochen los cinturones. Pero puede ocurrir que el avión ingrese en una zona de turbulencia severa sin saberlo, y los pasajeros que no llevan el cinturón abrochado pueden recibir algún golpe. Es por eso que se pide a los pasajeros que siempre lleven abrochado el cinturón.

Los distintos informes sobre seguridad en aviación afirman que las aeronaves están preparadas para soportar cualquier tipo de turbulencia sin sufrir daños estructurales.
¿Por qué hay cada vez más turbulencias?
Las turbulencias durante los viajes aéreos han aumentado conforme el cambio climático ha ido subiendo la temperatura del planeta, asegura un grupo de investigadores.

Científicos de la Universidad de Reading, en Reino Unido, estudiaron estas perturbaciones atmosféricas en cielos despejados, que son más difíciles de evitar para los pilotos, y descubrieron que las turbulencias severas aumentaron un 55% entre 1979 y 2020 en una ruta muy transitada en el Atlántico Norte.

Los académicos atribuyeron el incremento a los cambios en la velocidad del viento a gran altura. Eso se debe a que el aire es más cálido como consecuencia de las emisiones de carbono.

Fuente: El Once