Ponen a la venta la casa del crimen de los marqueses de Urquijo: ¿cuánto piden?

El asesinato de los marqueses de Urquijo causó un gran revuelo mediático en España. A día de hoy, el crimen está considerado como una de las tramas delictivas con mayor repercusión social e impacto en la ciudadanía de nuestro país. 

El 1 de agosto de 1980, lo marqueses de Urquijo dormían plácidamente en su chalet de Somosaguas cuando fueron sorprendidos y asesinados a tiros. El único sospechoso y condenado por el delito fue Rafael Escobedo Alday, quien se había casado en el año 1978 con Miriam de la Sierra y Urquijo, hija de los marqueses. En 1979, debido al deterioro del matrimonio, Miriam inició una relación sentimental con otro hombre, Richard Dennís Rew.

El acusado del delito mantuvo siempre un discurso en el que defendía de manera férrea su inocencia. En el año 1988, Escobedo se quitó la vida mientras cumplía condena en prisión, según él, de manera injusta. El seguimiento del caso fue más allá del crimen inicial, puesto que el proceso judicial fue muy seguido por los medios de comunicación de la época y el suicidio del supuesto culpable dio un nuevo giro al crimen.

Además de un sinfín de artículos, tertulias y conversaciones en los medios sobre el tema, se han escrito diferentes libros sobre el crimen e incluso se han grabado proyectos audiovisuales: Solo o en compañía de otrosEl crimen de los marqueses de Urquijo, etc.

Tal y como ha revelado la revista SEMANA, la casa en la que ocurrió el terrible crimen ha salido a la venta por un precio mucho más bajo que su valor real. Esta devaluación se debe a que la casa fue escenario del sangriento crimen que acabó con la vida de los aristócratas hace 44 años.

La residencia ha salido al mercado por 3,2 millones de euros, precio que ha sembrado la polémica, ya que muchos piensan que se aleja demasiado del valor real del chalé y otros defienden que se trata de algo »desorbitado» si tenemos en cuenta sus antecedentes.

Tras el asesinato de los marqueses, la casa pasó a manos de su hijo Juan de la Cierva, quien la tuvo en su poder hasta que falleció en 2022 a causa de un cáncer. Se trata de un chalé de 1.020 metros cuadrados construido sobre una parcela de 4.460 metros cuadrados, por lo que estamos ante una propiedad de gran tamaño. La casa tiene dos plantas construidas a las que hay que sumar un sótano de 92 metros cuadrados, el cual incluye, entre otras cosas, una sala de cine, un trastero y un aseo. 

La planta baja de la residencia (545 metros cuadrados) cuenta con un salón, un comedor, una biblioteca, un recibidor, una cocina, una oficina, un cuarto de la plancha, tres dormitorios y dos baños. Además, hay una piscina cubierta y un porche con vistas al gran jardín. La planta de arriba, lugar en el que ocurrió el asesinato, cuenta con 385 metros cuadrados repartidos en cinco habitaciones con baños propios y un pequeño apartamento totalmente equipado. 

Fuente: LA VANGUARDIA