El fiscal federal Cristian Rachid aclaró que la condena contra Sergio Freixes y Mario Zavala se limita al episodio denunciado por la jueza Marina Ziliotto, único caso que llegó a juicio tras catorce años de investigación.
Rachid recordó que la pesquisa detectó entre siete y ocho episodios de renuncias en blanco, pero solo el de Ziliotto reunió respaldo probatorio suficiente para una sentencia firme.
El fiscal, junto con Gloria André, llevó adelante el juicio que en 2018 condenó a Freixes y Zavala a cinco años de prisión. “En esa primera instancia, los jueces consideraron que el hecho de hacer firmar la renuncia en blanco no era delito, pero sí lo era ejecutarla en contra de la voluntad de la persona”, explicó.
Un año más tarde, la Cámara de Casación no solo ratificó la sentencia sino que elevó la pena a seis años, al considerar que la acción misma de exigir la renuncia constituía delito.
Rachid repasó que el proceso judicial, cerrado en 2025 con la ratificación de la condena por la Corte Suprema, insumió 20 años y obligó a resolver 35 incidentes de nulidad. Incluso él fue recusado “en 2010 por kirchnerista y en 2018 por anti kirchnerista”.
“A juicio llegó solo el caso de Marina Ziliotto; recuerdo otros tres con procesamiento firme, pero que no avanzaron”, señaló.
La responsabilidad de Freixes y de Zavala
El fiscal subrayó que, al tratarse de un único caso juzgado, no pudo producirse prueba que demostrara la sistematicidad del mecanismo, que habría involucrado al entonces gobernador Alberto Rodríguez Saá.
También remarcó que se descartó la aplicación de la “obediencia debida” propia de estructuras verticales, como las del Poder Ejecutivo, siguiendo principios jurídicos aplicados en juicios por crímenes de lesa humanidad.
“Aun cuando la orden hubiera bajado, e incluso si lo hubiéramos probado, implicaría la responsabilidad del gobernador de turno, pero no exime de responsabilidad a Freixes y Zavala”, concluyó Rachid.
