Analistas financieros y referentes del mercado advierten que la acumulación de reservas del Banco Central será progresiva. La mirada está puesta en los vencimientos de más de US$4000 millones que enfrenta el Gobierno el 9 de enero de 2026 y en las fuentes de financiamiento disponibles para afrontarlos sin generar tensiones cambiarias ni inflacionarias.
Vencimientos de deuda y foco en enero
Antes de finalizar 2025, inversores y economistas siguen de cerca los compromisos externos del Estado. El principal desafío inmediato será cubrir pagos por más de US$4200 millones previstos para el 9 de enero, en un contexto donde el programa de acumulación de reservas anunciado por el equipo económico avanza con prudencia.
Si bien el Tesoro logró reforzar su posición con distintas operaciones recientes, el mercado considera que esos recursos aún no alcanzan para cubrir la totalidad de los vencimientos.
Ingresos recientes y límites financieros
Colocaciones y flujos en dólares
El 10 de diciembre, el Tesoro obtuvo cerca de US$1000 millones mediante la emisión del Bonar 2029 en dólares. A esto se suma el anuncio de la Secretaría de Energía sobre la firma de contratos vinculados a las represas del Comahue, que implicarían un ingreso adicional estimado en US$700 millones en los próximos días.
Aun así, los analistas señalan que estos fondos resultan insuficientes para afrontar los pagos de enero, por lo que crece la expectativa sobre nuevas herramientas de financiamiento.
Expectativa por acuerdos y compras de divisas
Qué proyecta el Banco Central
Desde el mercado destacan que el Gobierno evalúa un eventual acuerdo con bancos por hasta US$7000 millones, mencionado públicamente por el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, aunque sin precisiones sobre sus condiciones.
Según un análisis de Cohen, el BCRA prevé que la base monetaria pase del 4,2% al 4,8% del PBI hacia diciembre de 2026, en línea con compras de reservas de hasta US$10.000 millones. Sin embargo, advierten que este proceso dependerá de la oferta genuina de dólares y se realizará sin presionar sobre la inflación, lo que refuerza la idea de una acumulación lenta y condicionada.
Desde IERAL-Fundación Mediterránea coincidieron en que los cambios en el esquema cambiario serán relevantes, pero graduales. Además, remarcaron que las proyecciones oficiales no garantizan una mejora inmediata de las reservas netas, que cerrarían 2025 con un rojo cercano a los US$16.000 millones, según la metodología del FMI.
En tanto, desde LCG alertaron sobre una posible tensión entre el objetivo de acumular reservas y el nuevo techo cambiario. Señalaron que, si no se logran dólares adicionales mediante compras o financiamiento, el Gobierno podría recurrir a swaps internacionales o incluso utilizar reservas existentes para cumplir con la deuda.


