Rosario: a tres años, piden justicia por Candelaria

Este 25 de diciembre se cumplen tres años de la muerte de Candelaria Enrique, la nena de 5 años que falleció tras ser alcanzada por una bala perdida mientras festejaba Navidad con su familia en el barrio Alvear, en Rosario. El caso continúa sin responsables identificados y la familia renueva el reclamo de justicia.

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La tragedia ocurrida en Navidad de 2022

La noche del 25 de diciembre de 2022, Candelaria Enrique celebraba Navidad junto a su familia frente a su casa, esperando a Papá Noel y observando los fuegos artificiales. En medio del festejo, la niña cayó al suelo tras recibir un disparo en la cabeza. Minutos después, sus padres comprendieron que había sido víctima de una bala perdida.

La menor fue trasladada de urgencia al Sanatorio de la Mujer, donde permaneció internada en terapia intensiva. Al día siguiente, el 26 de diciembre, los médicos confirmaron la muerte cerebral. En un gesto solidario, la familia decidió donar sus órganos, lo que permitió salvar la vida de otros niños.

A casi tres años del hecho, la causa sigue sin avances concretos. En los últimos meses, la Justicia de Santa Fe dispuso el cambio del fiscal a cargo del expediente, luego de que el anterior funcionario fuera designado juez.

Además, el Ministerio de Seguridad provincial anunció una recompensa de 16 millones de pesos para quienes aporten información que permita identificar y detener al autor del disparo fatal.

En el inicio de la investigación, la policía realizó allanamientos y detuvo a un sospechoso que portaba un arma. Sin embargo, las pericias balísticas descartaron que se tratara del arma homicida.

Un radio de búsqueda de un kilómetro

Peritos e investigadores determinaron que el disparo que mató a Candelaria habría sido efectuado con un arma calibre 9 milímetros. A partir de ese dato, se delimitó un radio de un kilómetro a la redonda desde el lugar del impacto como zona de interés para la investigación. A pesar de ese análisis técnico, no se logró identificar al responsable.

“Las balas no van al cielo”

Durante estos años, la familia de Candelaria impulsó homenajes para mantener viva su memoria. En cada cumpleaños organizaron colectas de juguetes y pintaron un mural en el barrio como símbolo de lucha y recuerdo.

Su madre, Micaela, volvió a expresar el dolor y el reclamo: aseguró que sigue de pie para cumplir la promesa que le hizo a su hija de lograr justicia. También pidió conciencia social sobre el uso de armas durante festejos.

“Las balas no van al cielo, bajan y matan”, advirtió, al tiempo que reclamó empatía y un cambio cultural para evitar nuevas tragedias. “Que no haya más Candelarias ni familias destruidas”, sostuvo.


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