San Lorenzo no se entrenó por deudas salariales y crece la tensión con la dirigencia

San Lorenzo afronta una semana decisiva antes del inicio del receso, pero la realidad institucional volvió a golpear fuerte en Boedo. Este lunes, el plantel profesional decidió no entrenarse en protesta por premios y sueldos atrasados, una situación que suma malestar y amenaza con extenderse durante los próximos días.

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El conflicto: premios y sueldos sin pagar

Según pudo saber Doble Amarilla, los futbolistas reclaman el pago del premio por la clasificación a la Copa Sudamericana 2026, compromiso que la dirigencia había prometido saldar antes de las vacaciones. A pocas horas del receso, el dinero todavía no apareció.

El plantel tiene prácticas programadas hasta el 5 de diciembre, pero la continuidad de la actividad dependerá de una solución inmediata. No se descarta que la medida de fuerza se prolongue si no hay avances.

Pagos parciales, deudas que continúan

En noviembre, la AFA abonó parte de la deuda correspondiente a los meses de julio y agosto, lo que permitió descomprimir mínimamente el conflicto. Sin embargo, aún resta que la dirigencia complete el pago del resto de los compromisos. Esa falta de cumplimiento fue el detonante de la protesta actual.

Un club paralizado por inhibiciones

Además del conflicto salarial, San Lorenzo enfrenta un panorama crítico en materia financiera. El Ciclón es hoy el club con más inhibiciones vigentes del continente, acumulando 14 en total, todas activas.

La deuda global asciende a cerca de 3 millones de dólares, cifra que impide al club incorporar en el próximo mercado de pases si no regulariza la situación.

A eso se suman:

  • La intimación del futbolista Julián Cuello
  • El reclamo del club formador de Agustín Giay, que exige U$S 376.902 por derechos de formación tras su venta a Palmeiras

Un cierre de año complejo

San Lorenzo cierra el 2025 entre conflictos económicos severos, reclamos internos y un plantel que, pese al desgaste, eligió plantarse. La decisión de no entrenarse marca un quiebre y deja en evidencia un problema que viene arrastrándose hace meses.

La dirigencia deberá resolver de inmediato la cuestión económica para evitar que la situación afecte aún más la planificación deportiva y, sobre todo, la relación con un plantel que perdió la paciencia.

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