El economista Norberto Itzcovich advirtió que el Gobierno de Javier Milei intenta equiparar a la Argentina con los países desarrollados, aunque subrayó que en esas economías la estabilidad de precios siempre está acompañada por crecimiento económico y protección productiva.
“El Gobierno dice permanentemente que nos quiere hacer parecer a los países desarrollados del mundo, que tienen 3, 4 o 5 por ciento anual de inflación, pero tienen crecimiento y cuidan su industria”, advirtió.
Inflación en baja, pero sin expansión
Itzcovich señaló que, a nivel internacional, se consolidó una lógica de resguardo industrial que contrasta con la política económica local. En ese marco, remarcó que desde la irrupción de Donald Trump se fortaleció la idea de que “cada país cuida su industria”, mientras que en la Argentina, bajo la administración libertaria, “hace todo lo contrario”.
El economista reconoció que la desaceleración inflacionaria representa una mejora frente a períodos previos, aunque advirtió que el proceso se encuentra estancado.
“Es mucho mejor tener 30% de inflación anual y no el 200%; pero ahora hace 7 meses que el Índice de Precios al Consumidor no baja, y en los dos últimos meses fue muy malo. Hay una baja de la inflación respecto de hace unos años, pero sigue siendo alta”, planteó.
Consumo en caída e inversión ausente
En su diagnóstico, Itzcovich sostuvo que el principal problema de la economía durante la gestión de Milei es la falta de crecimiento, reflejada en una fuerte retracción del consumo en la mayoría de los rubros.
“El principal problema es la falta de inversión; no hay inversión en la Argentina y para un crecimiento a largo plazo se necesita inversión, además de consumo”, remarcó.
En esa línea, cuestionó los resultados del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), una de las principales apuestas del oficialismo. Señaló que apenas se registran unos pocos proyectos, lejos de las expectativas que el Gobierno había generado cuando impulsó su aprobación en el Congreso.
Itzcovich: un horizonte sin señales claras
De cara al mediano plazo, el economista se mostró escéptico sobre una recuperación sostenida de la economía.
“Uno quisiera dar un mensaje de esperanza, pero analizando la realidad se hace muy difícil”, sentenció, al proyectar el escenario hacia 2026.
