Un poderoso tornado arrasó la ciudad de Rio Bonito do Iguaçu, en el estado de Paraná, al sur de Brasil, dejando al menos seis muertos y más de 750 heridos. El fenómeno, con vientos de hasta 250 km/h, causó daños catastróficos en viviendas, escuelas y comercios, y llevó al gobierno a declarar el estado de calamidad pública.
La pequeña localidad de Rio Bonito do Iguaçu, de 14.000 habitantes, vivió una tragedia sin precedentes el pasado viernes cuando un tornado de gran intensidad azotó su zona urbana.
En apenas minutos, el fenómeno natural volcó vehículos, derrumbó casas y dejó un panorama que las autoridades describieron como “escenario de guerra”.
Los servicios de emergencia informaron que seis personas perdieron la vida y unas 750 resultaron heridas, de las cuales nueve permanecen en estado crítico. Además, una persona sigue desaparecida, y los equipos de rescate continúan las labores de búsqueda entre los escombros.
“Destruyó todo”: el relato de los sobrevivientes
Vecinos de la ciudad narraron el terror vivido durante el paso del tornado. “Destruyó todo, casas, colegios… ¿qué va a ser de nosotros?”, relató Roselei Dalcandon, quien perdió su negocio en cuestión de segundos.
Aseguró que su hijo logró sobrevivir gracias a la rápida intervención de su esposo. “La tienda desapareció, pero él salió. Dios lo salvó”, contó emocionada.
Las imágenes aéreas difundidas muestran decenas de viviendas y comercios totalmente derrumbados y techos arrancados por completo. Según Defensa Civil, el 90% de la ciudad sufrió daños.
Ante la magnitud del desastre, el gobierno del estado de Paraná decretó el estado de calamidad pública en Rio Bonito do Iguaçu para liberar fondos de emergencia y acelerar la asistencia a los damnificados.
Brigadas de rescatistas trabajan en la remoción de escombros y en la instalación de refugios temporales en la vecina localidad de Laranjeiras do Sul, a unos 20 kilómetros del epicentro del desastre.
El ministro de Integración y Desarrollo Regional, Waldez Góes, anunció el envío de equipos de rescate, suministros y apoyo logístico. “Estamos implementando planes de ayuda humanitaria y reconstrucción”, escribió en la red X (antes Twitter).
Lula da Silva envía condolencias y equipo de emergencia
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva expresó su solidaridad con las familias afectadas y confirmó el envío de un equipo de ministros y expertos en gestión de desastres al área afectada.
“Quiero expresar mis más sentidas condolencias a todas las familias que perdieron seres queridos y mi solidaridad con todos los afectados”, publicó el mandatario.
Expertos meteorológicos relacionaron este evento extremo con los efectos del calentamiento global. El fenómeno se produjo en el marco de un ciclón extratropical que afecta a los estados de Paraná, Santa Catarina y Río Grande del Sur, y que mantiene a gran parte del sur de Brasil bajo alerta por tormentas severas.
El Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) advirtió sobre riesgos de vientos fuertes y granizadas en los próximos días, extendiendo la alerta a regiones de Río de Janeiro y San Pablo.
En 2024, esta misma zona sufrió inundaciones históricas que dejaron más de 200 muertos y millones de damnificados, en una de las tragedias naturales más graves del país.


