El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes un bloqueo total a los buques petroleros sancionados que operan con Venezuela. La medida, comunicada desde Washington, busca presionar al gobierno de Nicolás Maduro, al que acusa de delitos graves y del uso ilegal de recursos energéticos.
Un bloqueo total a buques petroleros sancionados
Donald Trump ordenó un “bloqueo total y completo” de todos los buques petroleros sancionados que ingresen o salgan de Venezuela. El anuncio fue realizado a través de la red Truth Social, donde el mandatario justificó la decisión por presuntos hechos de terrorismo, narcotráfico, trata de personas y el “robo de activos estadounidenses”.
Según el presidente norteamericano, el régimen de Nicolás Maduro fue catalogado como una organización terrorista extranjera, lo que habilitó la adopción de esta medida extrema sobre el comercio petrolero.
Trump aseguró que Venezuela se encuentra rodeada por una flota naval sin precedentes en Sudamérica, la cual —según afirmó— seguirá ampliándose. En ese contexto, recordó que el pasado 10 de diciembre Estados Unidos confiscó un buque petrolero en el mar Caribe que transportaba crudo venezolano.
Desde septiembre, Washington mantiene una flota naval frente a las costas del país sudamericano bajo el argumento de combatir el narcotráfico. Sin embargo, el gobierno de Caracas sostiene que estas acciones encubren un intento de desestabilización política.
En su mensaje, Trump acusó al gobierno venezolano de utilizar el petróleo para financiar actividades criminales, entre ellas el narcoterrorismo, el secuestro y el tráfico de personas. Además, sostuvo que inmigrantes ilegales y con antecedentes penales enviados a Estados Unidos durante la gestión de Joe Biden están siendo deportados de forma acelerada a Venezuela.
El mandatario remarcó que su país no permitirá que “regímenes hostiles” se apropien de activos estadounidenses y exigió la devolución inmediata de petróleo, tierras y otros bienes.
Desde Caracas, el presidente Nicolás Maduro convocó a trabajadores del sector petrolero y gasífero a organizar una protesta internacional permanente contra Estados Unidos. Durante un acto transmitido por la televisión estatal, calificó las medidas como “piratería” y defendió el derecho de Venezuela a la libertad de comercio.
El mandatario instó a la clase obrera a manifestarse en todos los foros internacionales y a dialogar con armadores y operadores portuarios de distintos países para rechazar lo que consideró un intento de control global del comercio energético.


