El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió este lunes en la Casa Blanca con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para discutir un plan de paz de 21 puntos que busca poner fin a la guerra en Gaza, liberar a los 48 rehenes que aún mantiene Hamás y sentar las bases de una transición política en la Franja.
La propuesta, elaborada por el ex primer ministro británico Tony Blair, cuenta con el respaldo de la administración estadounidense y el aval de los países de la Liga Árabe.
El proyecto, denominado oficialmente “Estructura institucional de la Autoridad Internacional de Transición de Gaza (GITA)”, plantea un alto el fuego inmediato si ambas partes aceptan el acuerdo. En ese caso, Israel suspendería sus operaciones militares y se retiraría gradualmente de la Franja.
Entre los puntos centrales se incluyen:
- Liberación de rehenes: todos los cautivos serían devueltos en un plazo de 48 horas tras la aceptación del pacto.
- Intercambio de prisioneros: Israel liberaría a más de 1.000 palestinos detenidos desde el inicio del conflicto, incluidos varios con cadena perpetua.
- Desarme de Hamás: la organización quedaría excluida del futuro gobierno de Gaza y se comprometería a destruir su infraestructura militar.
- Gobierno transitorio: un comité de tecnócratas palestinos, supervisado por una autoridad internacional con apoyo árabe y europeo, administraría la Franja.
- Reconstrucción económica: se prevé la llegada diaria de 600 camiones de ayuda humanitaria, planes de inversión y la creación de una zona económica especial.
Las objeciones de Netanyahu
Previo al encuentro en Washington, Netanyahu se reunió en Nueva York con Steve Witkoff, enviado especial de EE.UU. para Medio Oriente, y Jared Kushner, asesor y yerno de Trump. Allí expuso dos reparos a la propuesta:
- El desarme de Hamás debería ser formulado de manera más estricta y vinculante.
- La Autoridad Nacional Palestina no debería integrar el gobierno multilateral que gestionaría la transición en Gaza.
Pese a estas reservas, Netanyahu reconoció que el acuerdo abre una posibilidad inédita: “Queremos liberar a nuestros rehenes, desarmar a Hamás y construir un nuevo futuro para la región”, declaró.
El plan también prevé la participación de Naciones Unidas, la Media Luna Roja y otras organizaciones internacionales en la distribución de ayuda, con el objetivo de garantizar la neutralidad. Además, contempla el despliegue de una fuerza internacional de estabilización temporal para entrenar a una nueva policía palestina y asegurar la transición.
Si la propuesta prospera, abriría la puerta a un futuro proceso político hacia la creación de un Estado palestino, condición que Estados Unidos y la comunidad internacional consideran clave para la paz duradera en Medio Oriente.
Trump, en su red social Truth Social, expresó optimismo: “Todos a bordo para algo especial, por primera vez. ¡Lo lograremos!”.