Vecinos de Juana Koslay expresaron su rechazo a la nueva Tasa por Servicio de Seguridad Urbana Preventiva, aprobada este jueves por el Concejo Deliberante.
El repudio al nuevo tributo —que en un primer momento superará los 20 mil pesos y se actualizará cada tres meses— no solo se manifestó en redes sociales, sino también en una nota formal que será presentada ante el Municipio.
El escrito, que circula entre grupos de habitantes de la ciudad, pide la revisión de la ordenanza sancionada por el Concejo. “Manifestamos que en nuestros barrios no se observan cámaras de seguridad, patrullajes regulares ni la presencia efectiva de la Guardia Urbana”, señala el texto.
Según la norma, lo recaudado por la flamante tasa se destinará al monitoreo y videovigilancia, la operación del Centro de Monitoreo Municipal, el patrullaje preventivo a cargo de la Guardia Urbana Municipal, las alarmas comunitarias y otros sistemas tecnológicos de prevención. También cubrirá la capacitación del personal afectado y toda otra actividad vinculada al servicio.
La nota sostiene que la ordenanza “carece de fundamentación técnica y económica adecuada: son apenas dos páginas sin análisis previo de costos, estudios de impacto presupuestario ni evaluación de la sostenibilidad del servicio”.
Los vecinos recuerdan, además, que la seguridad es competencia de la Provincia, no de los municipios. “La Municipalidad puede, en todo caso, complementar esa función con acciones accesorias. Pero no le corresponde crear un tributo propio que traslade a los vecinos una responsabilidad que no es municipal”, remarcan.
Con esos argumentos, solicitan la suspensión de la aplicación y el cobro del nuevo tributo, al menos hasta que se garantice:
- la prestación efectiva y comprobable del servicio en todos los barrios,
- la presentación pública del estudio de costos, impacto y cobertura del sistema, y
- la coordinación con el Ministerio de Seguridad de la Provincia.
