Chile aprobará a partir de 2026 la prohibición del uso de celulares en todas las escuelas del país. La medida, impulsada por el Congreso y a la espera de la promulgación del presidente Gabriel Boric, busca reducir distracciones en el aula y promover la interacción entre estudiantes.
Un cambio educativo que apunta a mejorar la convivencia
La Cámara de Diputados respaldó este jueves el proyecto que restringe el uso de teléfonos móviles en todos los niveles educativos —desde parvularia hasta enseñanza media—. La aprobación confirmó las enmiendas realizadas por el Senado, lo que dejó la iniciativa lista para la firma presidencial.
El ministro de Educación, Nicolás Cataldo, celebró la votación y destacó que la regulación apunta a “recuperar la concentración y la socialización” dentro de las escuelas. La norma contempla excepciones en casos de emergencias médicas o situaciones justificadas.
Un antecedente en Santiago
Antes de la aprobación nacional, un establecimiento de la capital había puesto a prueba la medida como piloto, con resultados positivos en convivencia escolar y participación de los alumnos.
Evidencia internacional que respalda la prohibición
Distracción digital y rendimiento académico
La prueba PISA 2023 de la OCDE mostró que, aunque Chile lidera el rendimiento educativo en la región, más del 50% de los estudiantes reconoció que el celular es una fuente frecuente de distracción, una cifra superior al promedio internacional.
Impacto en la salud mental
Un estudio del King’s College de Londres (2021) reveló que los jóvenes que presentan conductas de uso problemático del celular tienen el doble de probabilidades de sufrir ansiedad y hasta el triple de síntomas depresivos. Estos datos suelen citarse en discusiones sobre bienestar digital en las aulas.
Argumentos a favor y críticas a la medida
Beneficios esperados
Los impulsores del proyecto aseguran que la prohibición favorecerá el rendimiento escolar, la convivencia y la atención durante las clases. También destacan que permitirá fortalecer los vínculos entre estudiantes, reduciendo el tiempo de hiperconexión.
Desafíos logísticos
Entre las críticas se mencionan las dificultades que pueden enfrentar las escuelas para controlar el cumplimiento de la medida, especialmente en centros grandes. Sin embargo, la ley deja márgenes para excepciones y protocolos específicos.
