La sesión de este jueves en el Concejo Deliberante de San Luis terminó de manera abrupta y escandalosa cuando el bloque oficialista, incluida la presidenta Laura Sánchez, se retiró del recinto ante un reclamo de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
El gremio solicitaba la aplicación inmediata de la ordenanza que establece un “Protocolo de intervención por la violencia laboral, discriminación de género y acoso en el ámbito municipal”. Un grupo de integrantes del sindicato acudió con carteles para presentar el pedido en la sesión.
Concejo Deliberante: la oposición abrió la puerta y el oficialismo se retiró
La titular del cuerpo, Laura Sánchez, intentó evitar la presencia gremial en el lugar. Sin embargo, concejales de la oposición abrieron la puerta a los sindicalistas para que pudieran presenciar la reunión.
Cuando los integrantes de ATE ingresaron, los concejales del oficialismo decidieron levantarse y retirarse. Sánchez los siguió, dejando la sesión sin el número necesario para continuar, por lo que se levantó abruptamente.
Acusaciones cruzadas
Minutos más tarde, la presidenta del cuerpo aseguró a la prensa que los manifestantes habían agredido a una empleada.
Previo a acudir al recinto, los gremialistas habían presentado notas con la solicitud de la activación del protocolo tanto a los dos bloques como a la presidencia y a algunas de las comisiones.
El gremio, por su parte, desmintió categóricamente las acusaciones de agresión a través de un comunicado difundido en redes sociales.