La senadora fueguina Cándida Cristina López presentó este lunes una denuncia penal contra personal de seguridad del Senado, a quienes acusa de lesiones y amenazas luego de un forcejeo registrado cuando intentó ingresar a su despacho. El conflicto se originó tras una orden de la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien dispuso intervenir la oficina legislativa.
La presentación judicial
López radicó una denuncia por lesiones, amenazas y agresiones contra agentes de seguridad de la Cámara alta, quienes —según afirmó— le impidieron el ingreso a su oficina y la empujaron durante un forcejeo cuando intentaba recuperar pertenencias personales, incluida su computadora de trabajo.
El médico del Senado, Gustavo Apreda, certificó un hematoma de 5 x 3 centímetros en el tobillo derecho, además de dolores internos en un brazo.
La tensión comenzó el viernes, tras la jura de los nuevos senadores, cuando Villarruel ordenó cambiar la cerradura, fajar la puerta y retirar la placa identificatoria del despacho de López.
Según la versión de la legisladora, la decisión se habría tomado como represalia por su jura “por los 30.000 desaparecidos”.
El lunes, al regresar con un cerrajero para acceder a sus pertenencias, López encontró nuevamente bloqueado el acceso por personal de seguridad, situación que derivó en el episodio denunciado.
Acusaciones cruzadas y cuestionamientos institucionales
La postura de la senadora
López calificó lo sucedido como una “grave vulneración institucional” y sostuvo que la intervención de su despacho constituye “una violación a la autonomía del Poder Legislativo”.
También advirtió sobre las implicancias democráticas del accionar:
“Si se habilita que una autoridad del Senado castigue a un senador por su postura, mañana puede ocurrir con cualquier representante. Es un mensaje muy peligroso para la democracia”, expresó.


