Este 23 de septiembre se cumplen 78 años de la Ley 13.010, que otorgó a las mujeres argentinas el derecho al voto. La conmemoración llega tras las recientes elecciones bonaerenses, donde el peronismo celebró un triunfo histórico y el protagonismo femenino se consolidó como un factor central en la política nacional.
El voto femenino: un hito histórico en Argentina
La sanción de la Ley 13.010 en 1947 marcó un antes y un después en la vida política y social del país. Impulsada por Eva Perón, garantizó a las mujeres no solo el derecho a votar, sino también a ser elegidas para cargos públicos.
En las elecciones de 1951, la primera vez en que las mujeres participaron plenamente, la fórmula Perón-Quijano obtuvo más del 60% de los votos en las mesas femeninas. Ese año fueron elegidas 26 diputadas nacionales, un hecho que transformó para siempre la representación política en Argentina.
Mujeres y política: del pasado al presente
El impacto en las elecciones 2025
En los recientes comicios legislativos bonaerenses, el protagonismo femenino volvió a quedar en evidencia. De acuerdo con las primeras evaluaciones, la mayoría de las mujeres optó por respaldar la propuesta peronista liderada por Axel Kicillof, en contraste con el rechazo masivo a los sectores de derecha.
El resultado fue un triunfo categórico de Fuerza Patria, que logró imponerse en más de 100 municipios, incluidos distritos donde históricamente no había ganado. Fue la primera elección de medio término en dos décadas que terminó con una victoria para el peronismo.
La ministra de Mujeres y Diversidad de la provincia de Buenos Aires destacó que el actual escenario nacional está atravesado por una crisis económica, institucional y social, agravada por las políticas del gobierno de Javier Milei.
A pesar de este contexto, las resistencias sociales se multiplican en distintos sectores: trabajadores del hospital Garrahan, jubilados, universidades públicas y organizaciones feministas, que mantienen su lugar en las calles como actores centrales de la protesta social.
Los colores de la lucha y la identidad
El aniversario también abrió un debate simbólico: el uso del color violeta. Para el feminismo, representa desde hace más de un siglo la lucha contra la desigualdad de género. Sin embargo, hoy es utilizado por sectores políticos vinculados a propuestas contrarias a los derechos conquistados por las mujeres.
La ministra sostuvo que, lejos de ser una derrota, se trata de una disputa cultural que el movimiento feminista seguirá dando, junto con los colores verde, celeste y blanco, símbolos de diversidad, soberanía e identidad nacional.