La crisis en el fútbol brasileño escala tras la llegada de Carlo Ancelotti como DT. La Justicia de Río de Janeiro ordenó la salida del presidente de la Confederación y exigió nuevas elecciones.
El fútbol brasileño atraviesa un nuevo escándalo institucional luego de que la Justicia de Río de Janeiro ordenara este jueves la destitución inmediata de Ednaldo Rodrigues como presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF). En su lugar, se designó como interventor provisorio a Fernando Sarney, actual vicepresidente de la entidad.
La medida fue dictada por el juez Gabriel de Oliveira Zefiro, quien además dispuso la convocatoria urgente a elecciones para conformar una nueva junta directiva. El fallo se basa en supuestas irregularidades detectadas en el proceso judicial que había permitido a Rodrigues mantenerse en el poder tras una fuerte interna en la cúpula dirigencial.
Un documento cuestionado, el punto de quiebre
El detonante de esta decisión fue un informe técnico que puso en duda la autenticidad de una firma clave en el acuerdo judicial que había evitado la intervención meses atrás. La sospecha generó un efecto dominó que derivó en la anulación de dicho acuerdo y la reactivación del conflicto legal.
La destitución de Rodrigues, quien había sido uno de los impulsores del arribo de Carlo Ancelotti como nuevo seleccionador de Brasil rumbo al Mundial 2026, reconfigura el mapa del poder en la CBF y suma incertidumbre a la preparación del equipo nacional.
Un escenario de máxima tensión
Brasil se encuentra en un momento delicado: marcha en una posición incómoda en las Eliminatorias Sudamericanas y enfrenta el desafío inminente de la Copa América 2024. En este contexto, la intervención judicial representa un duro golpe a la estabilidad institucional de una de las federaciones más influyentes del fútbol mundial.
El interventor Fernando Sarney asumirá temporalmente la conducción de la CBF hasta que se realicen las nuevas elecciones, en una etapa que promete ser clave para el futuro del fútbol brasileño.