Un total de 239 municipios de Cataluña se encuentran ya en emergencia por sequía después de que este jueves la Generalitat haya anunciado la declaración del estado de emergencia en el sistema Ter-Llobregat, que afecta a 202 municipios que estaban en preemergencia y que se suman a otros 37 que ya la tenían declarada, con limitaciones al consumo de agua.
Tras el anuncio de este jueves, todas las provincias de Cataluña tienen municipios que se encuentran en estado de emergencia por sequía: en Barcelona son 163 localidades, en Girona 63, en Lleida 11 y en Tarragona 2.
De los 239 municipios que quedarán en escenario de emergencia, 202 son del sistema Ter-Llobregat, 22 del acuífero del Fluvià-Muga, 12 del embalse de Darnius-Boadella (Girona), 2 del de Riudecanyes (Tarragona), y Vallirana que depende de la unidad Anoia-Gaià (Barcelona) y que pidió unilateralmente entrar en emergencia por la falta de reservas hídricas.
En cambio, la unidad del Consorci d’Aigües de Tarragona (CAT) pasa del escenario de alerta al de prealerta, al mejorar el estado del embalse de Mequinenza, ubicado en Zaragoza; y la Generalitat ha informado que el resto de unidades se mantienen sin cambios.
Las limitaciones al consumo de agua en estado de emergencia –200 litros por habitante y día por municipio– incluyen el consumo doméstico, las actividades económicas, centros sanitarios y usos municipales, entre otros.
Por lo que respecta al consumo que se debe hacer en los domicilios, el plan recomienda que se sitúe alrededor de los 90 litros por habitante y día.
Medidas de emergencia por la sequía
En el escenario de emergencia se prevén medidas para mejorar el uso del agua, como la supresión del riego agrícola en un 80% –se podrá autorizar el de supervivencia pero con agua regenerada o freática–; la reducción de agua para usos ganaderos del 50%; la reducción del 25% de consumos de agua de los usuarios industriales; o la reducción del consumo de agua en usos recreativos.
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En estos casos, las dotaciones se pueden complementar con aguas regeneradas procedentes de una estación depuradora de aguas residuales, a cargo del usuario, “siempre que exista disponibilidad de caudales”, y se puede optar a proponer a la Agència Catalana de l’aigua (ACA) un plan de ahorro.
El resto de limitaciones pasan por la prohibición del riego de árboles y jardines botánicos, excepto el de supervivencia y con agua regenerada o freática; también se limita el llenado de piscinas y el uso de duchas en gimnasios y centros deportivos, y se prohíbe el uso de duchas e instalaciones de limpieza de pies en las playas, entre otras.
Fuente: Noticias Ambientales