¿Cómo preparar tu propia harina de almendras? Haz esta sencilla receta

Aprender a comer sin harina de trigo puede que sea uno de los retos más grandes para muchas personas cuando estamos a dieta, especialmente porque cuando nos dicen «no puedes comer (inserte el alimento aquí)» casi automáticamente se nos antoja justo eso, pero tenemos que frenar nuestros impulsos para lograr nuestra salud o el cuerpazo que queremos.

Afortunadamente siempre hay opciones como por ejemplo otras harinas más ligeras, como es el caso de la de almendras. Por eso es que hoy queremos compartir contigo nada más y nada menos que una receta para hacer una deliciosa harina de almendras, que puedas utilizar para tus recetas de capeado, repostería o lo que tú desees.

Harina saludable
La harina de almendras es una opción mucho más saludable y ligera que la de trigo. Es una de las mejores alternativas para cuando quieres hacer alimentos bajos en calorías, debido a que se hace con almendras molidas, como su nombre lo dice. En realidad no es muy complicado hacerla y además puede traerte muchos beneficios.

Beneficios de la harina de almendras
Este alimento no sólo es una gran fuente de fibra, que ayuda a mantener una digestión saludable, sino que también contiene una cantidad considerable de proteínas, ayudando en la reparación y construcción de tejidos. Además, la harina de almendras tiene un bajo índice glucémico, lo que significa que no causa picos rápidos en los niveles de azúcar en sangre y gracias a sus grasas monoinsaturadas puede ayudar a reducir el colesterol malo (LDL) y aumentar el colesterol bueno (HDL).

Y para que puedas hacerla en casa, hoy compartiremos contigo una receta, que seguramente te encantará y que podrás utilizarla para hacer todas tus recetas, así que ¡manos a la obra!

Este alimento no sólo es una gran fuente de fibra, que ayuda a mantener una digestión saludable. Foto: Unsplash

Ingredientes
200 gramos de almendras crudas
Marcas preferentes: Marcas de tu elección.

Preparación
Calienta agua en una olla hasta que hierva.
Coloca las almendras en el agua hirviendo durante unos 60 segundos.
Escurre las almendras y enjuágalas con agua fría hasta que les puedas quitar la piel fácilmente.
Deja secar tus almendras en una toalla limpia al aire libre.
También puedes secarlas en un horno a baja temperatura durante 10 o 15 minutos; remuévelas de vez en cuándo para que no se tuesten.
Coloca las almendras en un procesador de alimentos o una licuadora de alta potencia; pulsa o muele a intervalos cortos para evitar que las almendras se derritan.
Una vez que las almendras se hayan convertido en un polvo fino, tamiza la harina para eliminar los trozos más grandes. si quedan trozos grandes, puedes volver a molerlos.
¡listo! es hora de usar o almacenar tu harina de almendras.

Fuente: Gastrolaweb