VIDEO | Conflicto diplomático con España: qué significa “llamar a consultas sine die” a un embajador

El canciller español, José Manuel Albares, llamó a consultas a la embajadora del país ibérico en la Argentina, María Jesús Alonso Jiménez, luego de las expresiones del presidente Javier Milei en un acto de la ultraderecha en España.

Milei acusó de “corrupta” a Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno Español, Pedro Sánchez.

“Las elites globales no se dan cuenta de lo destructivo que puede llegar a ser implementar las ideas del socialismo porque lo tienen demasiado lejos”, dijo el mandatario argentino en un encuentro de Vox.

“No saben qué tipo de sociedad y país pueden producir y qué calaña de gente atornillada al poder y qué niveles de abuso puede llegar a generar, aun cuando tenga la mujer corrupta, ensucia y se tome cinco días para pensarlo”, añadió Milei.

Albares consideró “inaceptable que un presidente en ejercicio y en visita a España, insulte a España y al presidente del gobierno de España”. Y consideró las declaraciones de Milei “un ataque frontal a nuestra democracia, a nuestras instituciones y a España”.

Qué implica el llamado a consultas sine die

El analista internacional Alejandro Quintana resaltó que la decisión del Gobierno español no es de las medidas “más leves” que se pueden tomar en un conflicto diplomático, pero tampoco es de las más contundentes.

“Hay distintos grados de conflicto diplomático entre dos Estados. El más liviano sería una nota de la Cancillería Española dirigida a la Cancillería Argentina de protesta por los términos vertidos por el presidente argentino. El llamado a consultas significa que se traslada a Madrid para conversar sobre estas cuestiones y ver qué se hace ante la gravedad de la situación”, detalló.

El término en latín “sine die” significa, además, “sin día”; es decir, sin plazo de retorno. “Quedará a cargo de la embajada el Agregado Comercial”, analizó Quintana.

Esta medida, especificó el especialista, puede tener una repercusión directa en materia económica. “No hay empresa, por más poderosa que sea, que vaya a decidir o una inversión o cómo continúa su política dentro de un país sin que se resuelva el tema diplomático entre los dos Estados. Esto es mucho más que una mera cuestión diplomática”, afirmó.