Elon Musk, exasesor de Donald Trump, rechazó públicamente el plan fiscal impulsado por el expresidente, calificándolo de «abominación repugnante». La polémica surge en medio de la tramitación del paquete de leyes en el Senado de Estados Unidos.
El magnate tecnológico Elon Musk, quien renunció recientemente a su cargo como asesor de Donald Trump, volvió a cuestionar el paquete fiscal promovido por el expresidente. A través de un mensaje en la red social X, propiedad de Musk, calificó el proyecto de «masivo, escandaloso y lleno de gastos superfluos», calificándolo como “una abominación repugnante”.
Musk expresó su decepción hacia los legisladores que respaldaron la iniciativa, afirmando que “saben que hicieron mal” y criticó que el proyecto incrementa el déficit presupuestario, contrario a los esfuerzos de reducción que él impulsaba.
Contenidos clave y consecuencias económicas
El plan fiscal, que ya fue aprobado por la Cámara de Representantes y ahora se encuentra en el Senado, contempla una serie de medidas que incluyen:
- Ampliación de recortes fiscales.
- Aumento del gasto en seguridad fronteriza.
- Eliminación de créditos fiscales para energías limpias.
- Nuevos requisitos laborales para acceder a Medicaid.
Según la Oficina Presupuestaria del Congreso, esta legislación incrementará el déficit federal en aproximadamente 3.8 billones de dólares para 2034, un dato que Musk destacó en sus críticas.
Su paso por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE)
Elon Musk dejó su rol como Empleado Especial del Gobierno en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) apenas un día después de criticar la agenda legislativa republicana. Durante su gestión, Musk buscó recortar el gasto público, inicialmente proponiendo eliminar dos billones de dólares, aunque finalmente la cifra se ajustó a 150 mil millones.
El empresario enfrentó resistencia interna y denunció las dificultades para implementar cambios, describiendo la burocracia federal como “mucho peor de lo que pensaba” y calificando su trabajo como una “batalla cuesta arriba”.
Tras su renuncia, Musk anunció que dedicará menos tiempo a la política y más a sus proyectos empresariales, prometiendo invertir su energía en el trabajo diario dentro de sus fábricas y tecnologías. Este cambio refleja un distanciamiento de las controversias políticas y un retorno a su perfil empresarial.


