El 14 de enero de 2025, los restos de una mujer fueron encontrados en una planta de tratamiento de aguas residuales en Asa Sul, en las afueras de Brasilia. La cabeza y las piernas fueron las primeras partes en ser halladas, pero fue recién en marzo cuando las autoridades lograron identificar a la víctima como Thalita Marques Berquó Ramos, una mujer de 36 años. Las investigaciones incluyeron pericias antropológicas y genéticas para confirmar su identidad.
Causas de la muerte y detalles del crimen
Según el informe de la autopsia, la causa de la muerte de Thalita fue «traumatismo craneoencefálico por fuerza contundente», lo que sugiere que sufrió un golpe violento en la cabeza, probablemente con un objeto contundente. La policía sospecha que, después del golpe, la mujer fue degollada y descuartizada. La cabeza mostraba seis heridas de arma blanca, aunque una de las heridas no tiene un origen identificado.
La desaparición de Thalita y la investigación policial
Thalita había sido vista por última vez el 13 de enero, cuando habló con su familia antes de dirigirse al barrio de Guará. Según el chofer del auto en el que se desplazó, Thalita mencionó que un «amigo» la recogería en el lugar. Dos semanas después, su familia denunció su desaparición. Las autoridades de la 1ª Comisaría de Policía (Asa Sul) continúan con la investigación sobre los responsables del crimen.
Contexto de violencia de género en Brasil
Este asesinato se suma a la alarmante cifra de femicidios en Brasil. En 2024, el país registró un promedio de cuatro femicidios al día, lo que equivale a un total de 1,459 víctimas. Desde que se adoptó la ley sobre femicidio en 2015, Brasil ha luchado por reducir la violencia de género, pero sigue siendo un problema persistente. La comisaria Dannyella Pinheiro destacó la importancia de que el Estado brinde más apoyo a las mujeres en riesgo, ya que muchas víctimas no denuncian a sus agresores debido a factores como el miedo, la dependencia económica o la crianza de hijos.
Impacto de la violencia en las mujeres brasileñas
Según un informe de la ONG Foro Brasileño de Seguridad Pública, en 2024, el 37% de las mujeres brasileñas sufrían algún tipo de violencia, lo que representa a más de 21 millones de mujeres mayores de 16 años. Un tercio de estos casos se dieron dentro del hogar, y solo una cuarta parte de las mujeres agredidas buscaron ayuda de las autoridades.
El asesinato de Thalita Ramos resalta la trágica realidad de la violencia de género en Brasil, donde los femicidios continúan siendo una epidemia social. A pesar de los esfuerzos legales y sociales, aún persisten desafíos en la lucha contra la violencia hacia las mujeres, y se requieren más medidas para brindar protección y apoyo efectivo.