Hospital bajo la lupa: piden justicia por Pablo Peña y denuncian negligencia médica en su atención

La muerte de Pablo Peña, un reconocido peluquero de 42 años y padre de dos hijas, desató un fuerte reclamo de justicia por parte de su familia, quienes denuncian presunta negligencia médica en el Hospital Central Ramón Carrillo de San Luis.

Según relatan sus allegados, Peña, que era diabético insulinodependiente, presentó un dolor de espalda que lo llevó a consultar en tres ocasiones a la guardia del hospital entre el 18 y el 21 de enero, sin que los médicos realizaran estudios que permitieran detectar la gravedad de su cuadro.

Sol, exesposa de Peña y madre de sus hijas, detalló a SanLuis24 los momentos críticos que vivió junto a la familia. Recordó que Pablo le comentó del dolor de espalda porque éramos los padres de dos criaturas y buenos amigos.

“Me contó que el dolor no cedía con analgésicos, y su mamá lo llevó al hospital el primer día. Ella pidió específicamente que lo atendiera un diabetólogo porque él era insulinodependiente, pero le dijeron que no había uno disponible en ese momento y que sacara un turno. Le dieron corticoides, algo que está contraindicado en pacientes diabéticos, y lo enviaron a su casa”, dijo.

El cuadro de Peña se agravó rápidamente. El dolor se extendió hacia la pierna, y en una segunda consulta, los médicos diagnosticaron un supuesto problema del nervio ciático. “Esa vez le indicaron que fuera a ver a un psicólogo por el insomnio que tenía debido al dolor”, agregó Sol.

Luego, el 21 de enero, en estado crítico, Peña fue llevado de nuevo al hospital por su exesposa y su hermano. “Lo cargamos en mi auto porque no había ambulancia disponible. Apenas ingresamos a la guardia, lo intubaron de inmediato y nos dijeron que estaba en coma. Más tarde nos informaron que lo iban a trasladar a terapia intensiva porque parecía una neumonía. Horas después falleció.”

La familia cuestiona severamente la atención recibida. Según Sol, desde la primera consulta alertaron a los médicos sobre la condición diabética de Peña y pidieron que se le realizara una radiografía, pero las solicitudes fueron ignoradas.

“Lo llevaron tres veces, y nunca le hicieron una radiografía. Ahora dicen que murió por causas preexistentes, pero no es cierto. Él estaba bien controlado, con su medicación y glucómetro. El certificado de defunción indica que falleció por neumonía, pero el Hospital quiere instalar otra versión”, cuestionó Sol.

Por su parte, el Hospital Central Ramón Carrillo emitió un comunicado defendiendo su accionar. En el informe, el director del nosocomio, Raúl Coria, afirmó que el fallecimiento de Peña estuvo relacionado con patologías crónicas preexistentes que afectaban su sistema inmunológico y que, según el centro de salud, no fueron informadas al equipo médico en el momento de las consultas.

El comunicado también señala que la interrupción del tratamiento agravó el cuadro y que esto influyó en el desenlace fatal. A pesar de lo señalado, el hospital decidió apartar preventivamente a las dos médicas que atendieron a Peña durante las primeras consultas, mientras se investiga el caso. Asimismo, se activó el protocolo de gestión de riesgo del Comité de Riesgos, y las autoridades indicaron que la institución queda a disposición de los familiares para responder cualquier consulta.

La familia, sin embargo, rechaza esta explicación y asegura que la responsabilidad recae en el hospital. “Quieren hacer creer que no le informamos a los médicos sobre su diabetes, pero desde el primer momento lo dijimos. La salud en San Luis siempre fue un tema crítico, y ahora intentan politizar el caso. Esto no es político, esto es una cuestión de humanidad. Pablo era un padre, un amigo y un trabajador muy querido, y ahora dos niñas se quedaron sin su papá”, expresó Sol.

El caso generó conmoción en la comunidad, que se solidariza con el reclamo de justicia por Pablo Peña. La familia anunció que recurrirá a la justicia para esclarecer las causas de su muerte y adelantó que podría realizar marchas para visibilizar la situación.

“Esto no puede volver a pasarle a nadie. Los médicos deben escuchar a los pacientes y hacer todos los estudios necesarios. Mi compromiso con la memoria de Pablo es buscar justicia para él y para que todos seamos tratados con dignidad en el sistema de salud”, concluyó Sol.