El juicio por la muerte de Diego Maradona avanza con revelaciones impactantes sobre su estado de salud antes de su fallecimiento. Durante la sexta audiencia, se presentó el informe forense que arrojó datos cruciales sobre las condiciones que llevaron al ídolo argentino a la muerte el 25 de noviembre de 2020. Según los peritos, Maradona sufrió una agonía prolongada, probablemente de hasta 12 horas antes de su muerte.
Los peritos Patricio Ferrari y Cosme Iribarren detallaron los resultados de la autopsia, realizada el mismo día de su fallecimiento. En su examen, confirmaron que Maradona presentaba un importante edema en su cuerpo, con aproximadamente cuatro litros de líquido acumulado en su abdomen. Además, el análisis mostró un corazón gravemente afectado por una miocardiopatía dilatada, que provocó una insuficiencia cardíaca congestiva.
El director de Medicina Legal, Carlos Mauricio Cassinelli, explicó que la acumulación de agua en los pulmones y otros órganos estaba relacionada con enfermedades preexistentes de Maradona, como la cirrosis y la miocarditis. Esta acumulación no fue repentina, sino un proceso progresivo que podría haberse desarrollado durante al menos 10 días antes de su fallecimiento.
Uno de los hallazgos más alarmantes fue el estado del corazón de Maradona. El forense indicó que el órgano pesaba el doble que el corazón de una persona adulta promedio, con una capa gruesa de grasa en sus paredes. Este aumento de peso y la presencia de coágulos indicaron que Maradona estuvo en agonía antes de su muerte, sufriendo un paro cardíaco irreversible.
Por otro lado, los pulmones del exfutbolista también mostraron signos de edema. Pesaban 1.1 kg en total, lo que supera en 170 gramos el peso promedio de los pulmones de un adulto sano. Además, los riñones de Maradona también estaban agrandados, lo que sugiere daños en esos órganos.
Según el testimonio de los peritos, la condición crítica de Maradona comenzó al menos 12 horas antes de su muerte. Los análisis mostraron que no hubo registros de atención médica en las últimas horas de su vida, lo que ha sido señalado como una posible causa de la prolongada agonía. Estos hallazgos refuerzan la teoría de que Maradona pasó por un sufrimiento físico considerable antes de fallecer.