El 27 de marzo, el vuelo AR1724 de Aerolíneas Argentinas, que viajaba desde Buenos Aires hacia Santa Fe, experimentó un inesperado retraso en su aterrizaje cuando, al aproximarse al aeropuerto de Sauce Viejo, no recibió ninguna instrucción para descender. Durante casi una hora, el avión sobrevoló la zona sin poder aterrizar debido a la falta de comunicación con la torre de control.
La espera inesperada en el aire
El avión, que despegó de Aeroparque Jorge Newbery a las 7:18 a.m., llegó a la cercanía de Sauce Viejo alrededor de las 8:04 a.m. Sin embargo, en ese momento, los pilotos no recibieron respuesta a sus llamadas para obtener autorización de aterrizaje. Ante la ausencia de instrucciones, la aeronave comenzó a realizar giros circulares, cruzando hacia Entre Ríos y luego regresando sobre Sauce Pinto.
El piloto Ezequiel Sicardi fue quien inicialmente alertó sobre la situación mediante un post en su cuenta de X (anteriormente Twitter), donde detalló el recorrido del avión y comentó que el controlador de la torre de control podría haberse quedado dormido, aunque esta afirmación no ha sido confirmada oficialmente.
Falta de servicio en la torre de control
De acuerdo con fuentes del gobierno de Santa Fe, la torre de control de Sauce Viejo estuvo fuera de servicio hasta las 9:00 a.m. debido a «cuestiones internas» relacionadas con el organismo nacional encargado de regular el tránsito aéreo. La falta de personal o la ausencia de respuesta de la torre fue la causa principal del insólito retraso en el aterrizaje.
Este incidente pone de relieve la importancia de la comunicación constante y eficiente entre los pilotos y los controladores de tráfico aéreo, especialmente en situaciones de alta demanda y en momentos críticos como el aterrizaje. Las autoridades nacionales deberán investigar las razones exactas detrás de la interrupción del servicio y garantizar que no se repita.
