Todos los equipos que pisan el Parque de la Independencia destacan lo complicado que resulta plantarse y ganar en la cancha de Newell’s. No así para su vecino… En el caso de Central, jugar (y festejar) en la cancha de la Lepra se hizo costumbre. Es más, con el plus que da jugar un clásico, sale con ese envión que lo hace irse con una sonrisa. Y ayer no fue la exepción.
Con un juego fluido y poniendo la chapa de campeón sobre la mesa, el Canalla extiende una diferencia numérica que trasciende los años. La “paternidad” como se diría en el barrio, está bien marcada y cada vez pesa más. Para tomar dimensión, de los últimos 24 clásicos Newell’s solo ganó dos, Central se quedó con doce encuentros y empataron los diez restantes. La Lepra no gana un clásico en su estadio desde el año 2008 y ya pasaron dos años del último derbi en el que salió victorioso: 20 de marzo de 2022, también en Arroyito, 1-0, con tanto de Juan Manuel García.
Y todo esto se incrementa al contemplar que Newell´s no está arriba en el historial desde el 28 de agosto de 1949, cuando se impuso por el campeonato de ese año. Claro, el Canalla manda en los partidos cara a cara, sacándole ya una diferencia de 18 encuentros (Central ganó 94 clásicos, Newell’s 77 y empataron 103).
El equipo de Russo no jugó bien. En general, el partido fue malo. Fue un clásico con mucho picante, como siempre: patadas, insultos, empujones y muchas tarjetas, pero poco juego. El mapa de calor se centró en el mediocampo y, es más, en los números, fue mejor Newell’s con tenencia y cantidad de llegadas al arco de Broun, otra vez fundamental en el Canalla. Pero cuando estás de racha, pasan estas cosas y en la única clara que tuvo, la mandó a guardar.Como en el clásico del año pasado, Malcorra apareció para marcar la diferencia, esta vez con una delicatessen hermosa para embocarla sobre el palo derecho del arquero Macagno, que se estiró y no alcanzó a atajarla.
Con esta victoria, Miguel Ángel Russo extiende su invicto de 12 clásicos sin perder ante Newll’s, y el Canalla vuelve a pintar la ciudad de azul y amarillo, levantando su bandera en lo más alto del Monumento histórico. Clásico Central.
Fuente: Olé
