El brutal asesinato ocurrió en la noche del domingo, cuando Ernesto Darío Aranda fue golpeado en la cabeza con un ladrillo. Su sobrina, quien lo encontró con graves heridas en la cabeza, lo trasladó de inmediato al hospital local, pero el hombre murió poco después.
La principal sospechosa del crimen es María Isabel Carrizo, amante de Aranda, quien estaba en la casa cuando se produjo el ataque. En su declaración, Carrizo indicó que golpeó a Aranda porque él no la dejaba salir del lugar. “Me mantenía cautiva”, aseguró la acusada, quien había estado en el rancho de Aranda desde la noche del sábado.
La versión de la acusada y la reconstrucción del crimen
Según Carrizo, el sábado por la noche se encontró con Aranda en Quimilí, sin que su marido lo supiera, y viajaron juntos hasta el rancho de él en Pozo del Toba. La mujer relató que Aranda no la dejaba regresar a su casa y que, en un momento de descuido, lo golpeó con un ladrillo en la cabeza.
La investigación también menciona que el marido de Carrizo fue mencionado varias veces por la acusada durante su declaración. Aunque se le trasladó a la comisaría para ser interrogado, no hay pruebas que lo vinculen directamente con el asesinato.
Investigación en curso y otros detalles
Además de las declaraciones de Carrizo, la policía está investigando el robo de la billetera y el teléfono celular de Aranda, que fue perpetrado por un hombre en una moto gris, quien se acercó a la víctima cuando ya estaba inconsciente.
El caso ha generado gran conmoción en la comunidad de Pozo del Toba, y las autoridades continúan con la reconstrucción de los hechos y la recopilación de pruebas.