VIDEO | “No es la primera vez que hay enfrentamientos, pero sí de esta magnitud”, dijo un sanluiseño desde Río de Janeiro

Eduardo Riveros, residente en Brasil, contó cómo se vive la ola de violencia que ya dejó más de 130 muertos en el operativo antinarco desplegado por las fuerzas de seguridad en Río de Janeiro.

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Relató que los tiroteos y allanamientos en las favelas son frecuentes, aunque esta vez “la magnitud fue como una guerra”. Aseguró que, pese a la aparente calma, las facciones criminales “se van a reorganizar”.

Un operativo sin precedentes

Este martes, unas 2.500 fuerzas policiales y militares participaron de un megaoperativo contra el Comando Vermelho, la organización criminal más poderosa de Río de Janeiro.

El saldo fue trágico: más de 130 muertos, entre ellos cuatro policías, y decenas de detenidos. La Policía sostiene que todos los fallecidos, excepto los agentes, eran integrantes de la banda narco, pero la Defensoría Pública y organizaciones sociales denuncian una “masacre”.

“Fue como una guerra”

Desde Río, Riveros describió el clima posterior al operativo: “Desde ayer se tranquilizó todo, salvo esa noticia horrorosa de la gente recogiendo cadáveres y llevándolos a una plaza. Eso fue impactante”.

Y añadió que los enfrentamientos entre la Policía y las facciones son frecuentes, aunque la escala de violencia fue inédita: “Esto no es la primera vez, o sea, la primera vez que vemos esta magnitud tipo guerra, pero todas las semanas hay operativos en alguna favela. El problema es cuando entra la policía o una facción contra otra, ahí se arman los problemas”.

Riveros señaló que, tras la retirada de las fuerzas, “todo vuelve a la normalidad”, aunque la tensión persiste: “Ahora está todo tranquilo, pero todos sabemos que se van a reorganizar”.

Armas y poder en las favelas

El sanluiseño advirtió sobre el enorme arsenal que circula en las zonas dominadas por las bandas: “Se habla que en Rocinha hay 7.000 fusiles dentro. Imaginate en estos dos complejos, Alemão y Penha, que tienen 27 favelas. No se sabe cuántas armas hay ahí adentro, es cuestión de tiempo para que se organicen”.

Según Riveros, los sectores turísticos de Río no fueron afectados directamente: “Nunca hubo tiroteos ni en Copacabana, Ipanema, Leblón o Barra. Hubo tensión en Lapa, barricadas y negocios cerrados, pero al día siguiente todo volvió a abrir con normalidad”.

“Hay una grieta también acá”

El residente consideró que las opiniones entre los cariocas están divididas frente al accionar policial: “Hay una grieta también acá. Algunos dicen que estuvo bien, que los muertos eran bandidos y que la Policía actuó correctamente. Otros lo vieron como algo horroroso y exagerado”.

Sobre las declaraciones del gobernador de Río, Cláudio Castro, quien calificó la operación como “un éxito”, Riveros dijo que “echar más leña al fuego no ayuda” y que existen “condimentos políticos que tensan la situación”.

Turismo con cautela

Riveros, que trabaja en el sector turístico, señaló que si bien la actividad continúa, hay temor entre los visitantes: “Me llamaron de Mendoza para preguntar si era seguro venir. Les dije que todo estaba tranquilo, pero la gente tiene miedo. Se toman recaudos”.

Contexto del operativo

El megaoperativo del 28 de octubre buscaba capturar a líderes del Comando Vermelho y frenar su expansión territorial.

Se incautaron más de 90 rifles y media tonelada de drogas, además de la detención de 81 sospechosos.

Sin embargo, las escenas de cadáveres apilados en plazas y las denuncias de ejecuciones sumarias dejaron una fuerte polémica nacional e internacional sobre los métodos utilizados por las fuerzas de seguridad.


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