La familia de Jonathan Valera Salazar, el joven repartidor de 28 años que murió atropellado en diciembre pasado en la ciudad de San Luis, difundió un comunicado en el que exige una respuesta judicial firme y señala que el hecho fue evitable.
La declaración se conoció tras la incorporación al expediente de la pericia accidentológica, que detalla aspectos clave del siniestro vial ocurrido el 11 de diciembre en la intersección de Héroes de Malvinas y San Juan.
El comunicado remarca que el conductor del vehículo, Mariano Muorelle, circulaba a una velocidad aproximada de 60 km/h, lo cual representa un exceso para una zona urbana en una hora pico. Esta conducta es considerada determinante en el desenlace fatal.
Además, se destaca la falta de maniobra evasiva, ya que el conductor, pese a circular por su carril, no realizó ninguna acción efectiva para evitar la colisión. “Evidencia una grave inobservancia del deber de cuidado que exigen las normas de tránsito”, expresaron desde la querella.
Otro punto clave del informe es que la bicicleta de Jonathan ya estaba incorporada al tránsito al momento del impacto. Esto se comprueba por el punto de colisión en la rueda trasera, lo que descarta cualquier maniobra intempestiva de la víctima.
También se advierte que la proyección del cuerpo de Jonathan sobre el capot del automóvil es coherente con una velocidad excesiva y una conducta imprudente por parte del conductor.
“La muerte de Jonatan fue un hecho evitable. Reclamamos justicia para su familia y acciones que generen conciencia para prevenir nuevas tragedias viales”, concluye el comunicado.
El caso
Jonathan Valera Salazar trabajaba como repartidor de Pedidos Ya cuando fue atropellado. Testigos indicaron que se encontraba detenido esperando el cambio del semáforo cuando el Fiat Cronos cruzó en rojo y lo embistió.
El conductor, Mariano Muorelle, fue imputado por homicidio culposo e intento de fuga, y actualmente cumple prisión domiciliaria por padecer epilepsia crónica.


