Mantener una dieta balanceada durante todo el año es saludable, pero hay que tener en cuenta que las altas temperaturas y la humedad ambiente incrementan el riesgo de contraer enfermedades y afectan la calidad de los alimentos. Por este motivo, planificar el tipo de productos que se consumirá es clave.
Según la nutricionista Andrea Bustos, en verano se recomienda comer hojas verdes, palta, pepino, apio, tomate, zanahoria, zapallo y zapallito, sandía, melón, manzana, durazno y ciruela. Por ejemplo, la palta proporciona fibra alimenticia, vitaminas A, C y E, potasio, calcio y otros minerales. En cambio, el zapallito está compuesto principalmente por agua y contiene minerales como el fósforo, ácido fólico, sodio y el hierro.
Estas frutas y verduras aportan gran cantidad de agua junto a una gran variedad de vitaminas y minerales necesarias para una buena hidratación. Es ideal consumirlas frescas, aunque se pueden ingerir cocidas en preparaciones con bajo contenido de materia grasa para que no caigan pesadas y no pierdan ninguna de sus propiedades.
Además, la nutricionista afirmó que es recomendable consumir carnes magras como el pollo y los pescados blancos (atún, sardinas, merluza y trucha). Lo que hacen es aportar aceite omega 3, muy importante para el desarrollo del cuerpo.
Insistió en que los alimentos expuestos a temperaturas más altas sufren una aceleración en su descomposición, por lo cual es imprescindible mantenerlos frescos y nunca romper la cadena de frío (se deben mantener entre 0 y -8 grados centígrados). También recomienda respetar los de estación para cada etapa del año; así se consiguen más fácil, a menor precio, están más frescos y con menos manipulación humana encima.
Es fundamental, por su parte, evitar la contaminación cruzada entre los crudos y cocidos. Se deben guardar en distintos sectores de la heladera y aislados en bolsas o recipientes tapados.
En verano, la elección de alimentos frescos y ricos en nutrientes es crucial para mantener una alimentación saludable y equilibrada. Desde frutas hidratantes como la sandía y el melón hasta vegetales como el pepino y la zanahoria, estos elementos proporcionan hidratación, una variedad de vitaminas y minerales esenciales.
Combinarlos con carnes magras, preservar la cadena de frío y evitar la contaminación cruzada garantiza no solo una alimentación segura, sino también el aprovechamiento óptimo de los beneficios nutricionales durante los meses más cálidos del año.
Fuente: Mdz
