La calabacita es una hortaliza versátil y económica que podemos degustar en cualquier época del año. Contiene muchas propiedades importantes para el cuerpo, de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor, esta verdura es rica en vitaminas del complejo B (B6, B1, B2y B3), folato, colina y minerales como hierro, manganeso y fósforo. Además, es un alimento de bajo aporte calórico.
Se recomienda consumirlo con piel, ya que en ella se almacena la mayoría de los antioxidantes y fibra. En el mercado podemos encontrar dos principales variedades que son la calabacita criolla, la cual es de color verde y de forma redonda; y la calabacita italiana la cual es de forma alargada. En este enlace te damos algunos tips para que puedas adquirir los mejores ejemplares en el mercado.
Ingredientes
500 gr de calabacitas criollas
400 gr de carne molida de res
½ cebolla picada
2 jitomates picados
1 diente de ajo picado
Sal y pimienta al gusto
250 gr de queso manchego rallado
¼ de cebolla (para la salsa)
2 jitomates (para la salsa)
1 cda de sazonador de pollo en polvo
1 taza de agua
Marcas preferentes: Las de tu preferencia.
Preparación
Comienza lavando muy bien las calabacitas, llévalas a una olla con un poco de agua y deja calentar por 10 minutos a fuego alto y retira hasta que estén ligeramente blandas.
En un sartén añade carne molida, salpimienta al gusto, mantén a fuego lento hasta que reduzca su tamaño y la carne esté bien cocida.
Añade la cebolla, el ajo y los jitomates picados, cocina por 5 minutos más.
Una vez que las calabacitas estén ligeramente cocidas, retira de la estufa y corta como sombrerillo y retira la pulpa (resérvalas), rellena las calabacitas con la carne molida preparada. añade en cada una un poco de queso rallado.
Lleva la pulpa de las calabacitas a una licuadora, añade dos jitomates picados, ¼ de cebolla, sal y una cucharada de sazonador de pollo en polvo, junto con una taza de agua, licúa hasta obtener una salsa.
Cuela la salsa y viértela en una olla, mantén a fuego y coloca las calabacitas rellenas, tapa y deja que las calabacitas se terminen de cocinar y el queso gratine.
Listo, rectifica de sabor y sirve.
Fuente: Gastrolab
