Productores agropecuarios y exportadores reclaman al Gobierno argentino avanzar con la eliminación total de las retenciones. Consideran que la baja implementada es insuficiente en un contexto de alta incertidumbre económica y caída de precios internacionales.
En un contexto global atravesado por tensiones comerciales entre Estados Unidos y otras potencias, el precio de los commodities se ha visto afectado negativamente. Aunque la soja mostró una leve recuperación en los últimos días, los valores siguen siendo inferiores a los de comienzos de año.
Esta situación golpea tanto a los exportadores como a los productores argentinos, que deben planificar la próxima campaña en un entorno económico frágil, con costos crecientes y un mercado local paralizado por la falta de certezas sobre el esquema cambiario y fiscal.
La guerra arancelaria impulsada por Estados Unidos generó distorsiones en el comercio global de granos. Sin embargo, desde el sector destacan que tanto Argentina como Brasil podrían beneficiarse por un redireccionamiento de las compras internacionales.
Esto ya ocurrió durante el mandato anterior de Donald Trump, cuando se establecieron “primas” para los granos sudamericanos. Esta ventaja relativa ha sostenido los precios locales, a pesar de la baja en los mercados internacionales como Chicago.
El agro considera que la rebaja es insuficiente
El presidente de Coniagro, Lucas Magnano, aseguró que la reciente reducción en los derechos de exportación resulta insuficiente y debe ser parte de una política permanente:
“No pedimos devaluación ni tipos de cambio diferenciales, pero sí una baja sostenida en las retenciones”, señaló.
Desde la entidad, propusieron eliminar por completo los derechos de exportación al trigo y la cebada, cultivos de invierno cuya siembra está próxima. Según sus cálculos, el costo fiscal de USD 144 millones se compensaría con un aumento del 20% en las exportaciones, generando ingresos adicionales por USD 522 millones.
Desde la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) alertaron que los actuales niveles de retenciones impiden competir con otros países. También señalaron que los reintegros están desfasados respecto a la carga impositiva y que los costos portuarios son excesivos en comparación con la región.
Según CIARA-CEC, en marzo las liquidaciones del complejo agroexportador alcanzaron los USD 1.880 millones, un 15% menos que en febrero. Sin embargo, hubo una suba del 20% en comparación interanual.
La baja de retenciones tuvo un efecto moderado, aunque fue contrarrestada por el freno en el mercado ante la incertidumbre cambiaria y las demoras en el acuerdo con el FMI.
El analista financiero Christian Buteler planteó una alternativa:
“Si se elimina el dólar blend, una forma de compensar al exportador sería reducir más las retenciones para mantener su tipo de cambio efectivo”.
La Bolsa de Comercio de Rosario proyecta que el agro generará alrededor de USD 30.000 millones en divisas durante 2025, superando los USD 25.000 millones del año anterior. En 2024, el complejo oleaginoso-cerealero representó el 45% de las exportaciones totales del país, según datos del INDEC.
Para Javier Rotondo, vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), los derechos de exportación siguen siendo “el mayor obstáculo”:
“El productor está desfinanciado y con costos altos. Necesitamos señales firmes y permanentes”, advirtió.


